El domingo se colocó una placa en la fachada del ayuntamiento de Villava como reconocimiento al referéndum de 1977, tras el que se decidió colocar la ikurriña en el balcón municipal. Dicha decisión fue respetada "hasta que UPN impuso la Ley de Símbolos", que no pretende "más que perseguir y criminalizar una bandera que no deja de ser un símbolo que representa identidades políticas y culturales de gran parte de la población", afirmaron.