PAMPLONA. Cristian estaba aprendiendo a hacer trabajos en barro y barajó la opción de hacer unos gigantes para Buztintxuri.
Y así, con la idea en la cabeza y de la mano de la asociación de vecinos, junto a Imanol Urabayen y Fermín Teruel erigieron los dos primeros gigantes del barrio: Feli, diminutivo de Felicidad, y Mikel.
No bastándoles con la pareja de danzantes de casi dos metros de altura, este domingo 21 de abril, han presentado dos nuevos que cierran la familia. "Ahora hemos hecho otros dos, un abuelo que va con la que teníamos, y otra giganta que sería la hermana de Mikel", explica Cristian. En conjunto, los cuatro representan a una familia de labradores de las tierras cercanas a Buztintxuri. Antonio y Ana son los nuevos personajes. ¿El porqué de esos nombres? "Básicamente en honor a nuestros abuelos. Es que no tenían nombre, y hay que ponerles nombre. Mi abuelo se llama Antonio y Ana es mi madre", narra Cristian.
Este domingo, los tres amigos que crearon los primeros gigantes, sumados hoy día a unas diez personas que conforman el grupo de gaiteros Haizeberri (con gentes de distintos barrios), han representado una historia entre bailes para dar a conocer oficialmente a Feli y Mikel, que aunque ya han pisado calle no habían sido presentados, y a la nueva pareja de gigantes, Antonio y Ana. Una fecha esperada y una actividad que ha sido muy bien acogida en un día en el que el sol ha lucido con gusto.
Hace medio año, el 28 de septiembre en las primeras fiestas de Buztintxuri celebradas por el trabajo y empeño de la asociación de vecinos, los gigantes salieron por vez primera por el barrio. Susana Villanueva, vecina de Buztintxuri con una hija pequeña, recuerda aquel recibimiento y pasacalles como un "auténtico éxito" con reconfortante asombro. La cantidad de txikis que quería verlos, tocarlos y darles un abrazo era... "lo que en ningún pueblo", confirma Cristian.
En aquellas fiestas un chico que baila los gigantes de Estella se sumó a la casi inédita comparsa. Asimismo, otra vecina se ofreció a ayudar con los trajes. Aunque la novedad del colectivo hace que la rutina organizativa aún se esté forjando, cualquier ayuda es bienvenida, comenta Susana, que además de vecina es de la asociación del barrio, por la que se gestiona la comparsa.
Susana señala el local otorgado por el Ayuntamiento para almacenar material de la comparsa y los mismos gigantes, en la calle del Ferrocarril, como un logro y hace un llamamiento a que cualquiera que quiera echar una mano se sume a la Asociación de Vecinos.
Por su parte, el conjunto de gaiteros y tambores Haizeberri, que lo forman casi los mismos que erigen los gigantes y surge básicamente a la vez que la idea de la comparsa, son un grupo de unos doce amigos que ya han tenido sin el año cumplido unas 30 actuaciones y, este 21 de abril en Buztintxuri, han vuelto a animar la calle y han puesto la música al baile de presentación de la familia de gigantes.
Con la de Buztintxuri, Pamplona suma ya nueve comparsas en sus barrios: Azpilagaña, Mendillorri, Chantrea, Rochapea, San Jorge, San Juan, Casco Antiguo y Milagrosa.