cintruénigo. El Ayuntamiento cirbonero aprobó inicialmente el pasado martes una nueva ordenanza que tiene por objeto regular los locales destinados a reunión o gastronómicos. A favor de ella votaron los 5 ediles de UPN, los dos de APC, el concejal de ICC y el portavoz del PSN Adolfo Navascués (único asistente de su grupo ya que faltaron los tres restantes). La única abstención provino de Ruth Navascués (PPN) al considerar que era parte interesada en este asunto por ser sus padres propietarios de uno de estos locales.

Según explicó la alcaldesa Raquel Garbayo, el motivo de modificar la anterior ordenanza, que data de 2005, era evitar en lo posible los problemas que se han venido dando entre los vecinos y los usuarios principalmente de los cuartos de reunión, y facilitar la convivencia entre unos y otros, ya que se trata, según dijo, "de que se diviertan sin molestar a los vecinos". A grandes rasgos, esta nueva ordenanza consensuada por todos los grupos municipales sufre varias modificaciones con respecto a la anterior. Entre ellas destacan que entre un cuarto y otro tiene que haber un mínimo de 50 metros de distancia y el Ayuntamiento podrá determinar si la zona se considera saturada o no para permitir la apertura de nuevos locales de reunión. A su vez se determinan una serie de horarios que varían ligeramente entre días laborables y víspera de festivos y fines de semana. En los locales de reunión, cuyos componentes sean menores, habrá un responsable del grupo junto con uno de los padres y se señala que los agentes de la Policía Municipal para poder entrar en dichos cuartos tendrán que comunicárselo antes tanto al responsable como al representante de los menores. En caso de sanciones, estas irán a los usuarios del local y no, como hasta ahora, al propietario.

Los locales de reunión deberán tener correctamente sus instalaciones tanto eléctricas como sanitarias y estarán ubicados en planta baja o sótano. Respecto a los locales gastronómicos la ordenanza matiza otros aspectos diferentes. Esta nueva ordenanza se irá revisando anualmente o cada vez que sea necesario.

En otro orden de cosas la Corporación denegó la transmisión y venta de la parcela del polígono industrial correspondiente a la empresa Muralcris por entender que en el concurso de acreedores no se había informado al pleno de su venta, lo que consideraron una "falta de respeto" ya que todavía pendiente con el Ayuntamiento una deuda de 4.000 euros.

A la conclusión del pleno varios ediles intervinieron con distintos asuntos como instar a Arasa a no acortar su recorrido hacia Tudela circulando por calles vecinales con población infantil o insistir en la lucha contra las pintadas.