Espléndida cosecha de hayuco en los bosques de la cuenca del río Bidasoa
es la semilla del haya que alimentaba al ganado de cerda o por necesidad la comían las personas
elizondo. La cosecha de hayuco, el fruto y la simiente del haya ha sido excelente este año como hacía tiempo que no se veía, según los expertos y conocedores forestales y guardas de Montes de distintos municipios. El hayuco, la semilla de Fagus sylvatica en su nombre científico latino y fagoa o pagoa, en euskera) cubre estos días el suelo de los hayedos, lo que en un tiempo ya muy lejano servía de alimento al ganado de cerda (se lo come como si fueran pasteles) que pastaba en libertad en el monte y hasta para las personas, cuando cualquier cultivo que ahora llama la atención se utilizaba en la alimentación doméstica.
El hayuco tiene forma de bolsa verde cubierta de una especie de espinas duras pero no puntiagudas, que al principio están cerradas, se abren al madurar en otoño y dejan ver la semilla que llevan en su interior. En un tiempo, las Ordenanzas de las municipios del Bidasoa contenían muy estrictas limitaciones para que se cuidará para su generación de arbolado espontáneo.