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Antxitonea, el decano de los trinquetes de Navarra

El recinto pelotazale elizondarra se contruyó en el siglo XiX y sigue funcionando en plenitud en el siglo XXI

Antxitonea, el decano de los trinquetes de NavarraOndikol

antxitonea de Elizondo pasa por ser la catedral del juego de la pelota vasca en la disciplina de trinquete; al histórico recinto pelotazale navarro se le considera, además, el trinquete más antiguo de Europa; dato de difícil afirmación porque el origen de los trinquet se remonta al jeu de paume de la Francia medieval y al uso de los claustros de las iglesias, que ya se conoce en Navarra desde el siglo XVI. Y ahí está también para su estudio el origen remoto de los trinquets valencianos. El título que, sin duda, ostenta este templo sagrado de Antxitonea es el de ser el decano de los trinquetes de la Alta Navarra. Este maravilloso frontón baztandarra ocupa el primer puesto de un escalafón navarro donde luego aparecen los trinquetes de Lekunberri (1919) y los pamploneses del Club Tenis Pamplona (1946), Oberena (1988), Mendillorri (2002) y Larrabide (2012).

Antxitonea ha corrido calendario en tres siglos diferentes: XIX, XX y XXI. Se construyó en 1894 y hoy, en 2013, continúa su actividad quizá con más fuerza que nunca. De hecho, en estas fechas (noviembre de 2013) está abierto el plazo para el cotizado y muy participado campeonato anual de paleta goma en 1º y 2ª categoría.

Este trinquete es todo un clásico que se sitúa entre los privilegiados que se asientan en el Olimpo de las cajas mágicas de cuatro paredes, tambores, frailes, galerías, ventanas y ventanucos donde los pelotaris convierten cada lance en arte. Raza, habilidad, paciencia y eso, mucho arte, en una danza más cercana a la inspiración y la suerte que a la rigidez de cánones clásicos. Belleza y equilibrio en la imperfección de las traviesas intenciones que escupen sus lienzos; donde la homologación de las medidas es solo potestad de los sentimientos.

su historia El Trinquete Anchitonea, hoy más al uso en euskera como Trinkete Antxitonea, lo mandó construir en la última década del siglo XIX el matrimonio formado por los baztandarras Isidro Iribarren y Josefa Iturralde, que había regresado a Elizondo después de años viviendo en Argentina. A ello les animó un pariente argentino muy aficionado al juego de la pelota. El recinto se inauguró en 1894. Después, el inmueble pasó por distintas manos: por las de Domingo Arotzarena, más tarde por las de Florentino Azcona, luego por las de Francisco Ugalde y Antonio Goyeneche. Los propietarios desde 1968 hasta 1998 fueron Tomás Ugalde y su esposa María Teresa Iribarren, a quienes se lo adquirió su actual propietario, Francisco Urrutia Juanikotena.

El edificio está hoy sustentado por las cariótidas y románticas espaldas de Francis Urrutia, vecino de Amaiur y otrora también esforzado currela por las Américas. Él es el dueño y el alma de este complejo compuesto por el trinquete y la casa que, con el mismo nombre, Antxitonea, se explota como acogedor establecimiento hotelero y de restauración. Francis adquirió el inmueble en 1998, lo reformó en profundidad, y lo reinauguró en 17 de febrero de 2001. Entre guiños y fastos de la ocasión, cabe recordar el saque de honor del campeonísimo Julián Retegi.

el partido del siglo Además de las históricas fechas del centenario de Antxitonea el 20 de noviembre de 1994 y de su reinaguración del 17 de febrero de 2001, hay otro día marcado a fuego en las paredes de este singular edificio: el 2 de diciembre de 1922. Contó Mariano Izeta, que fue testigo de excepción cuando apenas contaba con 7 años de edad, que ese día en Antxitonea se jugó un partido a mano que despertó colosal expectación y puso a la parroquia pelotazale a revientacalderas. En él se enfrentaron los hermanos Dongaitz contra Leonis y Artze, los cuatro, pelotaris de Iparralde. Izeta escribió de este duelo que "vino muchísima gente y se jugó muchísimo dinero, tanto que se abarrotó el trinquete y los que quedaron en la calle tuvieron que seguir a oído el partido". Ganaron los hermanos Dongaitz por un solo tanto, 50-49. De aquel tan concurrido como emotivo encuentro, Mariano Izeta ecribió unos bellos versos en euskera. Para conocerlos, como cualquier otra vicisitud e historia del Valle de Baztán, no existe mejor opción que consultar al docto local Lander Santamaría.

Además, por esta mítica cancha han pasado los mejores manistas como Atano IV, Harrambillet, Haran, Chiquito de Iraeta, Mantziko y Larralde; y otros a paleta como Vidal Baylón y Olóndriz, que llegaron a jugar el Mundial de 1952; Pantxo Lázaro, Garmendia, Txatxin Leiza y Urrutia.

Y en las últimas décadas ha destacado Alejandro Galarregui como el palista más genial y laureado. Precisamente Galarregui, formando pareja con Manuel Goñi, Xoko, ganó la Copa Centenario en 1994. También se recuerda con cariño la visita a esta cancha del legendario azteca Pepe Musi y del todavía en la élite de la mano profesional, Juan Martínez de Irujo.

Asimismo, es reseñable para la historia un partido en 2001 en el que rivalizaron en revancha del Mundial de Pelota de 1998 pelotaris de México y Francia. Antxitonea se llenó hasta los topes con más de medio millar de aficionados.

caja mágica de amor y versos Pero no solo Antxitonea ha sido una caja mágica del arte del birlibirloque pelotazale. Sus paredes y gradas han sido marco durante ya tres siglos de recordados amores, rimas, juergas y negocios. Las verbenas organizadas por Tomás Ugalde fueron forja de relaciones humanas y un romántico embrión de muchos baztandarras. Los concursos de bertsolaris promovidos por Izeta desde 1962 fueron un referente cultural durante lustros. Incluso, en este rincón del Barrio Txokoto bendecido por el río y su puente, uno de los más alucinantes de nuestra geografía, se han celebrado bodas, como la de Pedro Alaña y Arantza Ciaurriz.

El centenario trinquete ha ejercido, y en buena medida lo sigue haciendo, como una coctelera en la que se mezclan con armonía todas las esencias y sensibilidades humanas y culturales del Noble Valle y Universidad de Baztán y todas las virtudes y valores del también noble juego de la pelota.