ITURMENDI celebró ayer la fiesta de los herri kirolak de Sakana, una cita itinerante que año tras año reúne a los deportistas de Sakana en una gran exhibición. Participaron aizkolaris y harrijasotzailes de las escuelas de la comarca además de trontzalaris, con diferentes generaciones que dieron muestra de la buena salud del deporte rural en Sakana.

Si bien el fin último no era la competición, los aizkolaris se midieron con el hacha. En corte vertical Juanjo López se impuso a Arkaitz Jauregi. Por otro lado, Josu Agirre-Mikel Agirre se midieron con Joan Flores-Angel Eraso, con victoria de estos últimos. En otro grupo, Eloy Corchero-Arkaitz Jauregi, Goizeder Beltza-Iván Resano y Juanito Erdozia-Juanjo Erdozia hicieron lo propio. Ganaron los primeros. También participaron Jon Erdozia, Ander y Josu Jaka, los txikis de la escuela.

Entre tanto, los harrijasotzailes Álvaro Zugarrondo, Xabier Igoa y Mikel Lasarte realizaron 30 alzadas con la esférica de 80 kilogramos, cúbica de 100 kilos y rectangular antigua de 125 kilos. Asimismo, hubo una prueba de trontza entre alumnos de Andra Mari Ikastola en la que Joseba Galarza-Urtzi Nazabal fueron más rápidos que Adrián Joao-Xabier Basabe. También hubo una exhibición de Itziar Nuñez y Ana López. El festival finalizó con una demostración de corte con motosierra en la que Mikel Lasarte realizó un hongo.

FOMENTO DE LOS HERRI KIROLAK De la mano de la Mancomunidad de Sakana, en 2004 se crearon las escuelas de aizkora y harrijasotze. La primera tiene su sede en Etxarri Aranatz con Juan Mari y Floren Nazabal así como Juanito Erdozia de monitores. Se forman 15 jóvenes, el número máximo establecido. "Hay más demanda, por lo que hay gente que se tiene que quedar fuera. Tienen preferencia los jóvenes y que sean de la zona", explicaron Nazabal y Erdozia.

La edad mínima para participar es 10 años. "Es una buena edad para aprender a acertar con el hacha", observaron. Precisamente, es la edad de Jon Erdozia, nieto de Juanito e hijo de Juanjo Erdozia, tres generaciones de aizkolaris que se pudieron ver ayer en Iturmendi.

El deporte rural, y sobre todo la aizkora, tiene tirón en la comarca. En parte es debido a los éxitos de Floren Nazabal, con ocho txapelas en el campeonato de Navarra y seis en el de Euskal Herria. De tal palo, tal astilla. Y es que Nazabal se crió entre hachas. Su padre, Juan Mari, fue campeón de España por parejas en tres ocasiones, en los campeonatos organizados por el Frente de Juventudes, una sección del partido político Falange Española Tradicionalista y de las JONS. "Un campeonato fue en la plaza de Valladolid, ante 13.000 personas. Los otros fueron en Segovia y Soria. Salió en el Nodo", recordaba Nazabal. Eran los años 50. "Entonces había muchas apuestas. Muchos andábamos en el monte, cortando troncos, y a los que destacaban, se les preparaba", apuntó.

La escuela de levantamiento de piedra tiene su sede en Irurtzun. En la actualidad se forman siete personas, desde 8 años hasta 32, con Mikel Lasarte y Xabier Igoa.