OLENTZERO y Mari Domingi tuvieron que adelantar su llegada a Estella-Lizarra un día para conseguir que se cumpliera la ordenanza del euskera, tal y como explicaron los ciudadanos que les recibieron ayer. El Ayuntamiento de Estella-Lizarra, gobernado por UPN, instaló hace unas semanas un Felices fiestas en ese céntrico enclave pero no hizo lo mismo en euskera. De hecho, el concejal de Bildu, Regino Etxabe, ya lo preguntó en el último pleno y desde UPN se le contestó que se va a cumplir la ordenanza del euskera "poco a poco".
Ante esta circunstancia, ayer Olentzero y Mari Domingi llegaron a las 17.30 horas a la ciudad del Ega y el carbonero con una gran escalera y ayudado por varios caseros colocó en lo alto del kiosko de la plaza de Los Fueros un cartel en el que se puede leer Zorionak. A las 18.00 horas cuando se encendieron las luces navideñas de la ciudad, también se iluminó el cartel, tras lo que todos los presentes aplaudieron.
Ya desde el kiosko de la plaza, Olentzero y Mari Domingi se dirigieron al público y explicaron el por qué de su madrugadora visita. "Os preguntaréis a qué se debe que hayamos tenido que venir la víspera. Los ayudantes de Olentzero nos hicieron llegar un mensaje preocupante, al parecer os había sido robada una palabra", anunciaron. Estos dos personajes lamentaron la ausencia de ese vocablo. "Un mal genio os ha robado la palabra Zorionak de esta preciosa plaza. Siendo así, ¿cómo celebraremos los cumpleaños, cómo aplaudir el buen hacer de amigos y amigas y cómo daremos comienzo al año sin desear un cálido Zorionak a conocidos, amigas, parejas y familiares, esto es, a nuestros seres queridos?", se preguntaban.
"no lo entendemos" Los dos visitantes no lograban comprender por qué en la plaza de Los Fueros, uno de los centros neurálgicos de Estella con una importante relevancia en Navidad, no se felicitan las fiestas en los dos idiomas de sus habitantes. "Todas las palabras de nuestro idioma, el euskera, son preciosas y todas ellas tienen un pequeño hueco en la lengua de todos los euskaldunes. Pero aún así, y si se ha de robar una palabra, ¿por qué no xenofobia, corrupción, enemistad, exclusión social, pobreza o racismo?", quisieron saber.
No obstante, Mari Domingi sí que reconoció que en su corazón hay una palabra que no cabe. "No me importaría si la robasen y guardasen en un baúl bajo siete llaves. Esa palabra, Olentzero, es odio", sentenció. Antes de irse, estos dos personajes felicitaron también a todos la Navidad. "Sea cual sea tu forma de pensar, sexo, edad, color de la piel, identidad, religión, seas o no de buen corazón. Zorionak y urte berri on a todo el mundo", dijeron.
Una de las personas que ayudó a Olentzero a colocar el Zorionak explicó que esta iniciativa surgió ante la importancia que tiene este enclave. "En el edificio del ayuntamiento sí que se ha colocado en los dos idiomas, pero también se debería haber hecho aquí, en la plaza, que es por donde desfila toda la Navidad", indicó.
La tarde terminó con otro regalo y es que Olentzero y Mari Domingi también trajeron para todos los presentes bocadillos de chocolate.