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Bajada de Javier, 1927

Bajada de Javier, 1927

En 1927 Pamplona era una ciudad profundamente conservadora y clasista, y esa jerarquización social se reflejaba además muy bien en el propio plano de la ciudad. Las clases pudientes habitaban las calles céntricas, que eran las más elegantes, amplias y saneadas, como la calle Mayor, Estafeta, Zapatería e incluso Chapitela, mientras que las clases trabajadoras vivían en la parte periférica, la que lindaba con las murallas y con los sucios e incómodos fosos. Entre estas segundas figuraban Descalzos, Jarauta, Merced o Tejería.

La foto muestra parte de aquella Pamplona humilde y proletaria, cerca de la confluencia de la bajada de Javier con la calle Compañía. Según dejó escrito J.J. Arazuri, la foto se obtuvo en la festividad de Jueves Santo, por lo que las autoridades militares retratadas debían estar visitando iglesias. Es más que probable que procedan de la catedral, y que se dirigieran hacia la cercana iglesia de San Agustín.

Hoy en día no es ya posible ver jerifaltes militares luciendo floridos penachos por las calles de Pamplona y, por otra parte, la costumbre misma de visitar iglesias por Jueves Santo debe ser practicada, a lo sumo, por una minoría de la población.

La comparación entre ambas fotos nos va a aportar unos interesantes datos. Así, vemos que donde hoy hay una farmacia estuvo antes la fábrica de lejías de Garcilaso Merino, que funcionaba también como droguería, según hemos podido leer en los carteles de la foto antigua. La casa de la izquierda estaba en obras en 1927, y el desnivel con la plaza de Compañía, que hoy se salva mediante escaleras, se solucionaba entonces con un alto pretil. Sobre él caminan unos muetes de aspecto proletario, con raídos abrigos y alpargatas atadas con cuerdas. Por el centro de la calle, en cambio, marchan niños trajeados y con relucientes zapatos, formales y bien cerquita de los militares. Y es que, como he dicho antes, siempre ha habido clases...