“En los 170 años del Colegio de Abogados de Estella se han ampliado mucho sus funciones”
Bernardo Lacarra es el decano del Colegio de Abogados de Estella, entidad que se fundó en 1844 años y que hoy celebra este aniversario
estella-lizarra - Los abogados de Estella descubrieron hace dos meses que en 2014 su colegio ha cumplido 170 años. Justo después encontraron el Acta de instalación, que refrenda ese dato y aporta otros, como que lo echaron a andar 23 abogados, mientras que hoy son 57, y que el colegio ha tenido 19 decanos. Los letrados celebran el aniversario con un acto a las 13.00 horas en la casa de cultura.
¿Qué es un colegio?, ¿cuáles son sus funciones?
Un colegio sirve para defender los intereses de los propios colegiados, pero además es muy importante la función de regular su actuación desde un punto de vista ético y deontológico, tramitamos las quejas que tienen los ciudadanos con respecto a la actuación de diferentes administraciones de Justicia y de los propios abogados. Suponemos que el de Estella surgió hace 170 años ante la necesidad de organizarse, de defenderse, pero también de controlar sus actuaciones. Desde entonces se han ampliado mucho sus funciones y actualmente se ofrecen varios servicios importantes para los ciudadanos como el turno de oficio, el de atención a la mujer maltratada, el de mediación o el de arbitraje.
¿Hay más solicitudes de justicia gratuita por la crisis?
Sin duda. Por ejemplo, en la última semana que estuve en el servicio de orientación jurídica informamos sobre 27 peticiones de justicia gratuita. No ocurre esto todas las semanas, pero ha habido un aumento importantísimo.
¿Cómo funciona el servicio de atención a la mujer maltratada?
Es muy importante. Es continuo, al igual que el turno de oficio. Son 24 horas al día, 365 días al año y está atendido en Estella por doce personas. El participar es voluntario pero porque los hay, si no tendríamos que ser todos. Es un servicio muy comprometido para quienes lo prestan porque tratamos de que sea integral para la mujer que recibe estos malos tratos. Es inmediato, se acude al lugar, se le acompaña al domicilio si hace falta y le ofrecemos asesoramiento integral desde el tema del divorcio u otros como los laborales. También estamos en el área de Igualdad del Ayuntamiento donde un día a la semana prestamos asesoramiento a todas aquellas mujeres que precisen información.
¿Qué resultados da el nuevo servicio de mediación?
Funciona bien. Se está prestando de forma gratuita por derivaciones de los juzgados de instrucción. Se han atendido entre 25 y 30 asuntos con un índice de éxito relativamente alto. Es un servicio muy especial y son las personas incluidas en el proceso las que llegan a un acuerdo. Esto es diferente del servicio de arbitraje, que es poco utilizado pero que lo queremos relanzar, porque todo lo que se resuelva de forma extrajudicial es mejor. En este otro caso, quien resuelve es el árbitro.
¿Cómo ve la justicia en Estella?
Creo que no nos podemos quejar demasiado porque tenemos unos juzgados que están funcionando razonablemente bien. Se ha hecho un esfuerzo importante por agilizar y dar más tramitación a los temas y tenemos unos funcionarios que tratan de implicarse y de sacarlo adelante.
Una de sus demandas es la de conseguir un tercer juzgado para la ciudad.
Efectivamente. Creemos que Estella merece un tercer juzgado porque los dos actuales están saturados. Esto llegó a estar aprobado, pero la crisis se lo llevó por delante.
¿Qué repercusión tiene la ley de tasas en los juzgados?
Ha hecho que la litigiosidad se haya reducido bastante. A quien no le corresponde justicia gratuita le pueden frenar las tasas. Por ejemplo, mucha gente no hace recursos de apelación, aunque se haya visto desfavorecida, porque no puede asumir los 800 euros de la tasa, a los que hay que sumar los de los profesionales que actúen. El ministro Catalá ha dicho que va a reducir bastante el importe de las tasas. Veremos.
¿Qué retos tienen ahora?
En Justicia se está hablando de tantas cosas y está habiendo tantos anuncios que es difícil saber dónde estamos. La legislatura va terminando y eso hace que los políticos se tienten la ropa antes de hacer modificaciones, pero desde los colegios y desde el Consejo General de la Abogacía se está haciendo una lucha a brazo partido en relación con muy diversos temas.
¿Contra qué pelean?
Hay muchas cosas. La ley de tasas o la ley de servicios profesionales, por ejemplo. Con esta última pretenden establecer unos límites en las cuotas de los colegios de abogados que harían peligrar a muchos de ellos. También se habló mucho de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que planteaba hacer una reorganización que ahora parece que no se va a producir. Otro tema es la ley que regula el derecho de justicia gratuita, que entre otras cosas permitiría que estén inscritos en el turno de oficio abogados que se encuentren hasta a dos y tres horas de distancia del colegio. Estamos luchando además para que la justicia gratuita tenga una retribución más digna. Asimismo, últimamente se está hablando también de una importante reforma con la que se quiere reducir el tiempo de instrucción aunque no sabemos nada más.
Tienen muchos frentes.
Sí. Está todo confuso y no sabemos a qué se va a llegar. Últimamente vivimos tiempos convulsos.