el rápido deterioro de la iglesia de San Nicolás y la posibilidad de que “colapsara” si no se hubiera intervenido de forma urgente se debe tanto a fallos en la cimentación de este templo del siglo XVIII, levantado sobre el cauce del río Mediavilla, como a errores de construcción de dos pequeñas capillas laterales (construidas a cada lado de la nave central en la entrada de la iglesia) dado que eliminaron parte de los contrafuertes en los que las bóvedas descargan su empuje. Así lo explicó esta semana el arquitecto y director de la obra, Eduardo Barceló, de la empresa BAB Arquitectos, que anunció también que las obras, que han llegado a su ecuador, terminarán a mediados del mes de mayo, dentro de los plazos previstos.

el origen Para conocer el origen de la iglesia de San Nicolás hay que remontarse a la Tudela del siglo XII. Recién reconquistada, el centro neurálgico de la medina se encontraba en torno a la catedral que se estaba construyendo sobre la mezquita mayor y a la calle principal, la Rúa, que unía las salidas de la muralla hacia el Queiles con el camino a la parte alta del castillo. En esta zona llana transcurría un pequeño río, el Mediavilla, que moría unos pocos metros más adelante en el Ebro. En este punto (uno de los más bajos de la ciudad, se construyó un pequeño puente y junto a él se comenzó a construir una iglesia. Pese a su tamaño, la iglesia debía ser importante dado que junto a ella se hacían torneos (en uno de ellos murió el infante Fernando) y en 1234 se enterró bajo su suelo a Sancho VII el Fuerte, gran amante de la ciudad donde pasó sus últimos años, hasta que dos años después se trasladó a Roncesvalles. De aquellos años data su tímpano, una joya románica que ha sido muy estudiada. La iglesia se fue deteriorando y ya en 1520 se realizó una importante reparación parcial, en 1604 se cambió la torre y en 1729 se acabó demoliendo para levantar la actual en cuatro años de trabajos.

las obras Las labores de consolidación que está llevando a cabo la empresa Maldadía han mostrado algunos de sus errores de construcción. Barceló indicó que la grieta que se puede ver en uno de los lados de la nave central, y que tiene su reflejo también en la que se aprecia desde hace décadas en el tímpano románico de la entrada, son la respuesta del edificio ante “obras que se han hecho sin ningún criterio en los últimos cien años; se han hecho sin criterio de estructura”, explicó haciendo referencia a la construcción de estas capillas laterales. “Las bóvedas ejercen una serie de empujes laterales que son contrarrestados por contrafuertes”, estos contrafuertes fueron seccionados sin miramientos en las obras de las capillas por lo que se reconstruirán “para evitar ese vuelco hacia la calle Rúa y hacia el río Mediavilla”.

La primitiva iglesia del siglo XII (en honor de Santa Cecilia) no se asentó sobre el río, si no junto al puente, pero en el siglo XVI cometen el error de integrarlo en su estructura y lo mismo harían con la iglesia renovada del siglo XVIII, lo que marca su destino. La iglesia pasa a construirse sobre estos arcos creando una bóveda sobre el río Mediavilla y si ya colapsó a principios del siglo XVII (y se construyó una nueva en 1729), ahora estaba a punto de suceder lo mismo. “El sistema de abovedamiento no es el más lógico. Son soluciones técnicas no muy buenas y que históricamente han dado muchos problemas a los pies de la iglesia”, dijo el técnico. A esto se añade el mal estado de los arcos por las sales y la humedad del río, entre los que se encuentra el antiguo puente del siglo XII.

La solución que se ha dado es la de sustituir el apoyo que tenía en las bóvedas, que hacía que cediera la iglesia “por un sistema de micropilotaje y vigas que conectan con la estructura de la iglesia para que el apoyo resida en las nuevas vigas y no en los antiguos arcos”.

Por otra parte, el mal estado de las cubiertas, tanto de la iglesia como de la torre, estaba también empezando a causar un problema sobre las bóvedas y la estructura. Terminado el problema de los cimientos, ahora tocará el turno al resto de las partes a restaurar. “Queda el hormigonado de las vigas para la cimentación, las cubiertas, la restauración de la torre y de la cubierta de la torre, que es de plomo, y con esto acabaríamos la obra”, añadió.

Eduardo Barceló no desechó la posibilidad, tal y como se ha barajado en las reuniones de la comisión para fijar los usos del futuro edificio, de dejar un paso habilitado a través de la capilla de San Gregorio para ver el abovedamiento sobre el río Mediavilla o incluso que parte del suelo en la nave central sea de vidrio para ver el río. “Sería interesante”, comentó.

excavaciones En los trabajos arqueológicos que ha llevado a cabo Juanjo Bienes no han aparecido restos de la primitiva iglesia del siglo XII, aunque sí algunas estructuras del templo del siglo XV que, por cierto, no estaba orientada de la forma ortodoxa que marca la religión católica, la cabecera hacia el Este y los pies al Oeste. “Han aparecido elementos arquitectónicos pero no escultóricos, como capiteles. Lo único una pequeña concha de peregrino esculpida de unos 10 centímetros”, explicó Bienes.

En lo que se refiere a enterramientos, han aparecido menos de lo que se esperaba dado que “en algún momento hubo una intervención en las capillas laterales”. Por este motivo han aparecido un total de 40 cuerpos (de ellos 16 en la última etapa), de los que tres estaban enterrados boca abajo y otros tres de la forma inversa, es decir, con los pies hacia el altar y la cabeza hacia la entrada de la iglesia. “Corresponde a un castigo. Habría que hacer análisis de si son hombres o mujeres”, aclaró. Por ello se sospecha que pudieran tratarse de personas que se suicidaron o que llevaban mala vida, como ladrones o prostitutas.

BAB Arquitectos

l Más enterramientos. Otros enterramientos curiosos que han aparecido son los de una mujer que fue inhumada con su hijo entre las piernas y otra caja en la que había dos cuerpos.

l Futuros usos. A falta del informe definitivo de la comisión, su propuesta se centra en alternar actividades culturales, gastronómicas y turísticas en este espacio, descartando la idea inicial de que fuera destinado a local para los ensayos de los colectivos culturales de la ciudad, que seguirán en Castel-Ruiz.

180.000

Euros. Es el dinero que se ha gastado ya en consolidar las estructuras y cimientos.

con lupa

l Presupuesto. El coste estimado de las obras es de 380.700 euros, a los que había que sumar otros 10.000 que se añadieron después para proteger la bodega de un vecino. Por este motivo el plazo se amplió en cuatro semanas, lo que implica que se espera que las obras terminen a mitad de mayo. Hasta el momento se han pagado y acometido 180.000 euros, casi la mitad de la obra.

l El puente. Bajo el suelo de la entrada a la iglesia de San Nicolás se encuentran los restos del primitivo puente del siglo XII que había que atravesar sobre el río Mediavilla al final de la calle Rúa y cuyo arco fue empleado para los cimientos de la posterior construcción del siglo XV. En el cubrimiento se puede observar el trazado de ese puente (que tiene 900 años) e incluso algunos de los adornos que tenía su base, como un pequeño alero.

l Detalle. El hecho de que varios de los pies de las figuras del tímpano muestran las plantas da idea de su meticulosidad.