Ansoáin se une para mejorar su biblioteca pública
Usuarios de la biblioteca de Ansoáin han recogido unas 600 firmas para pedir al Ejecutivo un aumento de la plantilla ante el incremento de la demanda
Ansoáin - Son vecinos y vecinas de Ansoáin de todas las edades, clases sociales e inclinaciones políticas, a quienes les une una preocupación: el servicio que se ofrece desde su biblioteca pública, a la que procuran sacar el máximo partido, muchos de ellos a diario. Pero este servicio se ve mermado por la falta de personal, responsabilidad del Gobierno de Navarra. Por esta razón, con el objetivo de denunciar esta situación y pedir refuerzo en la plantilla, han recogido más de 600 firmas que en breves entregarán al Parlamento foral.
Este grupo de unas 40 personas nació en noviembre de 2014, cuando la biblioteca tuvo que reducir su horario, incluso cerrar algunos días, después de que el Ejecutivo no cubriese bajas y vacaciones. “Los trabajadores hacen todo lo que pueden, ponen todo su empeño”, recalca una de las integrantes de esta plataforma sin nombre, Itzal Puchol. Como usuarios destacan que la biblioteca es un punto de encuentro intergeneracional. “Éste es el único centro de encuentro donde estamos todos: jubilados, niños, padres y madres... Y esa cultura compartida es única”, comenta Puchol.
Además, los usuarios hacen hincapié en que “la biblioteca no es solo un lugar en el que vienes acoger un libro, sino que también te relacionas, conoces gente... mira, por ejemplo, la que ha montado a raíz de este tema”, recalca una usuaria, Marta Díez Napal. En este sentido, la biblioteca se ha convertido en un espacio que cubre otras necesidades que van más allá de las tradicionales. “Cumple una función importante en la búsqueda de empleo, en el poder formarse...”, subraya Puchol. Y es que este hecho, el aumento del paro y la bajada del poder adquisitivo de las familias provoca que aumente el número de personas que se refugian en la biblioteca buscando ampliar sus conocimientos, acceso a Internet, hacer uso del ordenador, suplir huecos que otros destinan a actividades extraescolares o incluso calefacción, entre otras, aumenta la demanda de este servicio, por el que pasaron unas 45.600 usuarios a lo largo de 2014; es decir, una media de 175 personas diarias en una localidad de 10.860 habitantes. “Pero depende de los días y la estación; hay veces en la que, fácilmente, pueden pasar 600 personas”, apunta la bibliotecaria, que prefiere no dar su nombre.
Actualmente, son dos las personas a cargo de la biblioteca de Ansoáin: una con contrato de jornada completo y la otra, reducida, que acaba su trabajo a las 18.30 horas. A partir de entonces, solo una persona se queda al frente de la instalación, de 800 m2 distribuidos en dos plantas. “Nos haría falta una persona más, mínimo”, comenta el bibliotecario de Ansoáin.
DEMANDAS “Hay algunas bibliotecas que tiene personal que pone el Ayuntamiento y les da para organizar un montón de actividades. Nos da cierta envidia, pero sobre todo pena al ver que eso aquí es impensable”, lamenta Marian Chasco. Son conscientes que, con la llegada del trabajador extra que sería necesario, la biblioteca de Ansoáin podría ofrecer un programa más atractivo para sus usuarios. “La biblioteca sirve para educar”, recalca Chasco.
En esta línea, sus usuarios sueñan con un horario mayor de apertura, que no incluya solo un servicio matinal entre semana (ahora abre de 15.00 a 21.00 horas de lunes a viernes), sino también los sábados. “Hay gente de Ansoáin que, si quiere estudiar a la mañana o hacer uso de algún otro servicio, tienen que irse a la biblioteca de Burlada o a la general”, denuncia Díez. Asimismo, piden que se actualice el catálogo literario. “Hay muy poca novedad”, se apena Marian. “Pero aunque trajeran 500.000 novedades, si no hay personal suficiente para orientarnos, no sirve de nada”, lamenta Díez.