El paraíso del peregrino
Casa Ibarrola, Albergue de Pamplona, Pediluvium y Utreia son servicios que convierten a la calle del Carmen en el perfecto lugar de descanso en el Camino de Santiago.
tercera etapa del Camino de Santiago. El peregrino deja detrás el Portal de Francia y llega a la calle del Carmen, un oasis en el desierto. Durante estos últimos años, en esta calle del Casco Antiguo, los vecinos de sus edificios han visto cómo el viajero llegaba agotado y con unas necesidades que, hasta ahora, se encontraban sin cubrir. Bajo esta perspectiva, los negocios han surgido año a año hasta responder a esa demanda que hoy se concentra en la calle del Carmen, la primera calle del Camino y, este 2015, el paraíso del peregrino.
casa ibarrola Lo primero que se encuentran los caminantes al entrar por la Puerta de Francia es el albergue Casa Ibarrola, un establecimiento donde pueden descansar en unas cómodas camas cápsula al estilo de nichos japoneses. El buen trato que reciben y el servicio de desayuno self service a primera hora de la mañana son otras de las características que los clientes de este alojamiento destacan como diferenciadoras respecto a otros. César Garralda, el dueño, define el éxito de su servicio en los tres pilares en los que se basó desde el principio: tratar bien a los huéspedes, ser diferente, y cuidar la limpieza.
Casa Ibarrola cuenta con 20 camas, cada una con un cajón para que los clientes dejen sus cosas y una cortina para que tengan intimidad. Estas camas son el servicio estrella del albergue, como cuenta el joven australiano Sam Dwyea, que está haciendo el Camino desde Saint Jean Pied de Port hasta Santiago y afirma “éste es el mejor albergue hasta ahora, amo las camas”. Además de un merecido descanso, los visitantes pueden disfrutar del buen ambiente que se forma en Ibarrola. Los peregrinos disponen de cocina y comedor, y según Garralda es habitual que aquéllos que se conocen de otras etapas del Camino organicen cenas y comidas. Los juegos de mesa, el ordenador, y la red wifi son otras de las comodidades al servicio de los huéspedes, todo ello por el precio de 15 euros la noche. Incluso a la hora de reservar alojamiento todo son ventajas: las reservas también pueden hacerse por WhatsApp. La posibilidad de reservar alojamiento es algo que el peregrino valenciano Pablo Royo considera esencial, a lo que añade la limpieza y el desayuno incluido. Todo características, junto con las buenas críticas sobre los encargados, que le hicieron decantarse por Ibarrola. Pablo quería hacer el Camino para estar solo y reflexionar, aunque admite que a veces la soledad se hace dura. Seguro que en Ibarrola su viaje se le hace más llevadero.
ALBERGUE DE PAMPLONA Además de unas camas grandes y cómodas, los usuarios de este albergue pueden disfrutar de un buen desayuno, esencial para reponer fuerzas para el siguiente tramo del Camino, y de un amplio patio en el que descansar y socializar. El albergue cuenta con ordenador, red wifi, lavadora y secadora, por un precio de 14 euros la noche, y está adaptado a minusválidos.
pediluvium Para los peregrinos que necesitan algo más que un lecho para reponer las pilas, en la calle del Carmen es posible encontrar dos locales que van más allá. En Pediluvium, un establecimiento que abrió sus puertas este junio, el tiempo para relajarse y descansar está asegurado. El nombre del negocio viene del latín, pie y agua, un término que resume su original servicio. En una estancia ambientada en la Antigua Roma, con seis cómodos asientos, los clientes reciben un baño de pies que, en palabras del propietario, Antonio Huarte, permite “cuidar la salud y renovar la energía vital”. Los pies se introducen en agua caliente con sales de magnesio, un mineral muy importante para el organismo que, como explica Antonio, resulta útil para el funcionamiento a nivel muscular, esquelético y mental. El baño se acompaña con música relajante, un entorno perfumado con esencia de lavanda y una luz proporcionada por velas y una lámpara de sal que crea un ambiente cálido y acogedor. “La gente prácticamente se queda dormida”, explica Antonio. Y despiertan con el siguiente paso. Una vez las sales han abierto los poros y penetrado en el organismo, se pasa del agua caliente a un agua helada que reactiva la circulación. En total, el servicio dura unos 40 minutos con un coste de nueve euros. Sin embargo, para los que prefieran únicamente el agua caliente el precio desciende a seis euros con cincuenta. El servicio puede ser para una sola persona o realizarse en pareja, familia o amigos. En estos casos, Antonio define el lugar como “un bar pero sin beber”. Pediluvium evoca a la época romana, en la que los romanos tras la jornada acudían a las termas para relajarse y entablar conversación. El objetivo está claro, que el peregrino salga relajado y con las energías renovadas. “Hay personas que salen y dicen que esto es un milagro, la gente que lo prueba de verdad está contenta, porque funciona, que es lo importante”, declara Antonio. Además, el establecimiento dispone de magnesio para ingerir y distintas cremas naturales antiinflamatorias y regeneradoras, muy efectivas para las ampollas y molestias del Camino.
ultreia Y para pasar del bienestar de los pies al de todo el cuerpo el local al que hay que ir es Ultreia, un establecimiento de masajes dirigido por la masajista Mila Rández. Para los peregrinos, el masaje más habitual es el relajante de piernas y espalda, que está centrado en las zonas que más han sufrido. Sirve para soltar los músculos agarrotados y relajar, un objetivo que se potencia utilizando el gel de árnica. Este masaje lo han recibido peregrinos desde Australia hasta Estados Unidos, pasando por Sudáfrica, Corea del Sur, Holanda, Francia... En estos tres años que lleva abierto el negocio, algunos caminantes que han decidido repetir la experiencia también han vuelto a por otro masaje de Mila. “Cuando vuelven me hace una ilusión terrible”, explica la masajista con una sonrisa. El masaje se agradece, algo que refleja el libro de visitas en el que los peregrinos escriben en idiomas tan diversos que a veces hay que echar mano de traductor para entenderlos. Eso sí, lo más repetido Mila lo entiende perfectamente: “Magic hands”, “Wonderful” y “Fantastic”. En cuanto al horario, va de 10.00 a 14.00 horas por la mañana, y por la tarde desde las 16.00 horas hasta tan tarde como sea necesario, no sea que algún peregrino se quede sin relajarse gracias a las “magic hands” de Mila.
Descanso, cuidado corporal, y renovación física y emocional. Son sólo algunas de los beneficios que la calle del Carmen ofrece al peregrino. La amabilidad de sus vecinos y la posibilidad de entablar amistad con otros caminantes terminan de convertir a esta calle en un pequeño paraíso.
también... Bigarren Eskua ofrece a los peregrinos en bicicleta un servicio de reparación de equipo al instante, además de un trato muy cercano.