Homenaje a la Asociación Cultural de Aezkoa tras 39 años de servicio al valle
El colectivo recibió el reconocimiento social en el acto de encuentro entre Aezkoa y Garazi
GARralda - La Asociación Cultural de Aezkoa (Aezkoa Kultur Elkartea) nació de la necesidad de generar un movimiento social entre la gente joven del valle. La dictadura llegaba a su fin y existían inquietudes económicas, sociales y culturales que finalmente se materializaron con la creación de los estatutos en febrero de 1976.
Uno de los primeros objetivos de la Asociación fue la reversión del comunal del valle. Era esa época cuando más dinamismo había en la zona y fue un detonante de la situación. Aezkoa nunca llegó a recuperar todos sus montes, pero al final el Rey firmó la cesión, que no devolución, en el año 1979. “Conseguimos que todos los partidos políticos vinieran a participar en un debate, pero nunca conseguimos la reversión de todo el daño causado durante 200 años”, se lamentaba Juantxo Merino, vecino de Abaurregaina que vivió activamente esos primeros tiempos.
Otro de las propósitos en esos inicios era dinamizar y unir al valle. La Asociación, consciente de la despoblación que se empezaba a generar, fue pionera en mover a la gente joven y recuperar el patrimonio y la cultura aezkoana. “Había ganas, pero no se concretaba en nada. Se empezó a hacer una revista en Garaioa y también intentaron crear la asociación Orreaga”, comentaba José Etxegoien. En febrero de 1976 por fin se constituyeron como Asociación e iniciaron su andadura. Hicieron apuestas interesantes, como la cooperativa Oihana o la Escuela de Artes y Oficios que al final se cerró. También surgieron las semanas culturales con temas como la agricultura o la salud, incluso nació otra revista. En 1978, inspirándose en el Baztandarren Biltzarra, se creó el Aezkoako Eguna, que se hizo por primera vez en Garaioa. “Tras el auge de las semanas culturales, pretendimos hacer un estudio de investigación en el 89 con la Eusko Ikaskuntza y de ahí surgieron ideas como el ecomuseo que lo vetaron y la radio, que aún pervive”, comentaba José Etxegoien.
EL DÍA DEL VALLE Durante muchos años han sido el referente cultural del valle y del Pirineo, pero surgieron otros movimientos sociales y desde entonces las 20 personas que trabajan en la Asociación se dedican casi en exclusiva a sacar adelante el Aezkoako Eguna, el día grande para los aezkoanos. Este año se celebra el 38 aniversario y a lo largo de estas ediciones han alcanzado muchos retos que ya venían reivindicando en los inicios de la Asociación.
Desde hace 10 años, buscan incentivar la participación de cada pueblo proponiendo un lema. Algunos temas han sido el agua, el bosque, la patata, el euskera, la inmigración y este año va a ser la mujer. “Queremos revitalizar el valor de nuestro patrimonio cultural y que sea un acicate para trabajarlo en un futuro. Ésa es la gran virtud que tenemos; con el Aezkoako hemos logrado involucrar a todo el valle”, decía Juantxo Merino.
Y es que en estos últimos años los aezkoanos se han volcado a la hora de participar en la recuperación de la memoria histórica y cultural. “El mayor logro es que es una fiesta que se hace para y con los aezkoanos. Lo han asumido de tal forma que no ven el año sin el Aezkoako”, destacaba Patxi Encaje, de Abaurregaina. Recordaron, por ejemplo, el teatro sobre brujería en Garaioa, la función sobre los maquis en Abaurregaina, la recuperación de una fuente en Garralda o las charlas sobre emigración del año pasado en Abaurrepea. A pesar de estos casi 40 años de dedicación, los miembros de la Asociación no se sienten merecedores de este homenaje. “Mas que un homenaje es no olvidarnos de que muchos de los que iniciaron este movimiento, ya no están entre nosotros”, subrayaba Juantxo. Recordaban a Buruaga o a Demetrio Loperena. “Este homenaje es una consideración hacia quien impulsó todo este proyecto. No a los que seguimos en esto, sino a aquellos que ya no están”, afirmaba. - Patricia Carballo