La iglesia del Santo Sepulcro de Estella, parada emblemática del Camino de Santiago y uno de los mayores ejemplos arquitectónicos de transición del estilo románico al gótico en Navarra, vuelve a estar cubierta de andamios: le ha llegado el turno de someterse a un chequeo. El año pasado le tocó a la parte arquitectónica, que acabó con la construcción de una cubierta de teja en el ábside y los faldones del templo, y en las dependencias anejas al mismo. Ahora, el objetivo es restaurar la parte artística del edificio, concentrada en su portada gótica.

Antes de empezar a hacer nada, sin embargo, es necesario realizar un diagnóstico exhaustivo del estado de la fachada y de la idoneidad de los tratamientos de restauración. Es por ello que la empresa especializada Sagarte SL está dedicando dos semanas (del 17 al 30 de agosto) a averiguar la manera correcta de actuar sobre el edificio. Se trata de una iniciativa de la institución Príncipe de Viana, organismo del Gobierno de Navarra que está detrás de la protección del patrimonio artístico y monumental de la Comunidad Foral.

el equipo técnico Al frente de la coordinación del proyecto y detrás de Sagarte SL está la restauradora Blanca Sagasti y su equipo, formado por Miriam García de Villoslada, Mariví Mendia y Susana Sánchez. Sagasti explica que esta labor previa es para “ir sobre seguro” en el momento de restaurar. Se trata asimismo de una forma para Príncipe de Viana de valorar económicamente el proyecto y concretar tanto las técnicas que se usarán como la duración del proceso.

La restauración de monumentos es, según Sagasti, “un proceso largo que se inicia con este tipo de estudios”. Para ella, la iglesia románico-gótica de Estella es “una de las obras importantes de Navarra a la espera de ser restaurada”. Una de las cosas que más le está llamando la atención en este análisis a fondo de la portada es “su riqueza, que es más de lo que se puede apreciar desde la calle”. Y es que la portada del Santo Sepulcro es el mayor atractivo del templo, por ser una de las más importantes muestras de la escultura gótica del Camino de Santiago.

Al finalizar las dos semanas de estudio, Sagarte S.L. redactará un informe para la institución Príncipe de Viana, con datos sobre el estado de conservación de la portada, un estudio técnico de su ejecución e información sobre las patologías que sufre y los tratamientos que pueden ser usados.

el futuro proyecto “El próximo paso será la restauración, sobre la que aún no hay fecha”, explica la coordinadora del estudio. Esta consistirá en varios tratamientos. Por un lado, la limpieza; por otro, la consolidación de la piedra, que está dañada y se le devolverían sus propiedades y su resistencia.

Serán necesarias también unas inyecciones para fijar grietas, fisuras y desplazados. “Todo a base de tratamientos de superficie y siempre trabajando con morteros, lechadas y cal”, afirma Sagasti. “Son afines y compatibles con la piedra; nunca introducimos materiales invasivos”, añade.

La gran aportación de la futura obra serán, según la restauradora, las policromías en las esculturas: “En el gótico, se empezaron a policromar las portadas, y estamos descubriendo que se mantiene una gran cantidad de ellas en el Santo Sepulcro. Es algo que impresiona”. Para eso es tan necesario el tratamiento de limpieza de la piedra, que conseguirá recuperar gran parte de la pintura original, perdida por el paso del tiempo o bien porque en épocas posteriores se le dio unas monocromías que tapaban el color.

LA TÉCNICA DE ESTUDIO Las pruebas que realiza el equipo de estudio técnico se basan en sistemas químicos, mecánicos y de tecnología láser. Se recogen además muestras de monocromías, policromías e incluso suciedad para llevarlas a analizar a un laboratorio. “Ellos nos dicen cuál es su composición y así nosotros identificamos las distintas patologías. A partir de ahí, sabemos cómo actuar”, concluye.

Historia. La construcción del Santo Sepulcro comenzó a principios del siglo XII, siguiendo el estilo románico de la época. La fachada principal se realizó en el XIII, ya con un estilo gótico. En el XIV se continuó con los ábsides pentagonales central y sur.

Demolición. En 1821 el estado de deterioro era tal que hubo que tirar las dos naves situadas más al sur. En su lugar, se creó la capilla del Cristo de Belén.

Uso actual. Hoy en día, el templo no tiene culto, sino que sirve de almacén para los pasos de Semana Santa.

275.000

El Gobierno de Navarra invirtió 275.00 euros para la restauración de las cubiertas de la iglesia en 2014.