El humilde y delicioso talo, estrella en Leitza
Ayer se celebró la 10ª edición del Talo eguna, una fiesta en la que hubo un concurso al mejor talo y una exhibición de deporte rural
un año más, y ya son diez, el talo fue el protagonista de un día festivo en Leitza, un alimento sencillo que sació muchas hambres y que ahora se ha vuelto gourmet, a prueba de los mejores paladares. Y es que estas tortas de harina de maíz están ricas con todo. Txistorra, queso, tocineta, pimientos, chocolate, hongos, gulas? eran algunos de los ingredientes para elegir ayer.
“Lo que más sale es txistorra pero hay de todo. Hay algunos que piden dulce y salado, como chocolate y queso” apuntó Miki Zabaleta, que ayer no paró en todo el día de hacer talos en el puesto de los Villabona, con 17 personas en total. Había otro, el de los Saralegi, dos familias que continúan con la tradición talogile de Leitza. “Recuerdo que de niña, cuando nevaba y no llegaba el pan, se hacía talo” recordaba esta leitzarra del caserío Bordaberri.
La elaboración del talo es sencilla, aunque como en todo, hace falta maña. Primero hay que mezclar bien los ingredientes: harina, agua y sal y después amasar hasta que no se peguen. Hechas unas bolas, hay que golpearlas una y otra vez sobre la madera, antes de pasar a la plancha, tal y como pusieron en práctica ayer numerosos niños y niñas ayer en un taller.
Asimismo, hubo una exposición de pinchos de talo, alta cocina en miniatura que exploraba las posibilidades culinarias de estas tortas. Lo cierto es que cinco bares de Leitza: Txoko, Musunzar, Iruxo, Beatrizenea y Xarmart volvieron a sorprender con sus propuestas. También hubo un concurso de talos con nueve participantes. La ganadora fue Maite Sagastibeltza, de Leitza, al igual que la segunda clasificada, Tere Ibarra. Para Arantxa Jauregi, de Segura, fue el tercer premio.
Aunque el talo fue el producto estrella, también hubo otras propuestas, con una feria de artesanos con 23 puestos y una variada oferta, con alimentos y diferentes artesanías además de una exposición de aperos de labranza y animales de caserío. Y como no, en Leitza no faltó deporte rural, con una exhibición del aizkolari Eneko Saralegi. Asimismo, Jon Lapazaran hizo levantamientos de fardos de 45 kilogramos. Además, Joseba Sánchez arrastró una piedra de 700 kilogramos.
Ayer esta fiesta organizada por el Consorcio Plazaola con la colaboración del Ayuntamiento de Leitza se prolongó por la tarde, con la fanfarre Ortzadar y euskaldantzak. Ayer coincidió con la Media Maratón Plazaola, cuya meta fue en la plaza. Y para recuperar fuerzas, que mejor que talo.
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