altsasu - Cientos de personas, cerca de un millar según los organizadores, se manifestaron ayer en Altsasu en contra del envenenamiento de perros estas pasadas fiestas convocados por Huellas de Altsasu, un grupo de dueños de mascotas y vecinos de la villa preocupados por la muerte de cuatro perros y el intento de otros, según cifras oficiales. No obstante, podrían ser más, además de gatos y otros animales, dado que también se ha echado veneno en el monte, tal y como apuntaron.

El lema era ¿Hoy ha sido mi perro? pero y mañana?, una pregunta abierta que no tendrá respuesta mientras “ese ser cruel siga libre y sin cumplir su castigo”, dijeron. “No pararemos hasta que se encuentre al culpable”, afirmaron, al tiempo que agradecieron la respuesta a su llamamiento.

“Estamos aquí para mostrar nuestro desacuerdo e indignación por lo ocurrido el pasado 12 de septiembre, cuando alguien esparció veneno por los diferentes parques de Altsasu, poniendo así en peligro la vida de nuestras mascotas, la salud pública y el medio ambiente”, señaló Susana Barquilla en castellano y Nerea Bengoetxea en euskera, encargadas de leer el comunicado con el que finalizó esta movilización. Era la segunda, después de que al día siguiente del envenenamiento de los perros, y de forma improvisada, se manifestaran desde la plaza Zumalakarregi a la de Los Fueros. Ayer alargaron el recorrido, que estuvo acompañado de algunas consignas. La más repetida fue “Si vas a echar veneno, come tu primero”. En la cabeza de la marcha iban miembros de la unidad de perros de rescate y salvamento Ucas de Arrate.

“Algún canalla se dedicó a esparcir albóndigas de carne con veneno, seguramente porque le molestaban los ladridos de algún perro o porque algún dueño insensato no recoge sus excrementos”, señalaron. Al respecto, abundaron en que el problema no es de los perros sino de “gente sucia e irrespetuosa que no asume su labor de dueño y que seguramente sea el mismo tipo de persona que tira basura”. Asimismo, censuran que “se criminaliza a todos los que tenemos perros”.

En opinión de este colectivo, existen dos problemas. “Uno grave, de civismo, y otro muy grave, en el que un ser irracional esparce veneno en la calle con la intención de llevarse por delante la vida de cualquiera”, apuntaron.

CINCO DENUNCIAS Las primeras bolas de carne con veneno aparecieron el sábado de fiestas en diferentes puntos de la villa. Ese mismo día se confirmó la muerte de cuatro perros y varias intoxicaciones. Pero podían haber sido muchas más. Y es que los propietarios de las mascotas pronto dieron la voz de alerta a otros dueños a través de las redes sociales, WhatsApp y el boca a boca, por lo que se extremaron las precauciones. El veneno, tipo Limacol, utilizado en las huertas contra babosas y limacos, apareció en un principio en las zonas de Idertzagain, huertas de San Juan, calle Amaia y patio del Gaztetxoko. Posteriormente, durante cuatro días se encontraron más en las zonas de Amandrea, Otadia, Dantzaleku y San Pedro.

HUELLAS DE ALTSASU Con el fin de “encontrar evidencias que ayuden a encontrar al responsable” y contrastar información real y veraz para poder esclarecer lo ocurrido, se creó el grupo Huellas de Altsasu, formado por cerca de una treintena de personas. Otro objetivo era denunciar públicamente el caso y sumar a la protesta el mayor número de personas posibles, de ahí la manifestación.

Respecto a la situación actual, señalaron que no hay constancia de nuevos casos y que continúa la investigación de la Policía Foral. También apuntaron que la primera semana de octubre acudirán perros de la unidad canina del Seprona para marcar la zona donde apareció veneno y hacer una batida. Mientras tanto, los dueños de mascotas mantienen su alerta y llevan a los perros atados o con bozal si andan sueltos.