desde la Baja Navarra hasta la Ribera, cerca de un centenar de acordeonistas celebraron ayer en Altsasu el Nafarroako akordeoilarien eguna, la fiesta de este instrumento que entró en la Comunidad Foral “por Altsasu, por caminos de hierro” según señaló Enrike Zelaia, que ejerció de anfitrión ayer. Y tratándose del akordeoilari altsasuarra, aportó su impronta a esta celebración, alargándose por la tarde con un festival abierto al público. “Los akordeoilaris interpretamos música para el público, y qué mejor que abrir las puertas del Burunda a todo aquel que quiera disfrutar con nosotros del soinu handia” observó Zelaia, el mago del acordeón como era conocido.

El que tuvo, retuvo, se suele decir. Lo cierto es que dio muestra de su genialidad en el festival, al principio a modo de bienvenida y al final, antes de su clausura con todos los acordeonistas a una. Interpretaron cuatro piezas para finalizar con Agur jaunak! En total fueron 15 actuaciones, con reputados acordeonistas como Iñaki Diéguez, Joxean Goikoetxea, Javier López Jaso, Victor Valencia, Jorge París, Salvador Madariaga, Jesús Mari Elizoando, Mikel Salaberri e Iñaki Gallués, que como solistas o en dúos, tríos, cuartetos e incluso quintetos interpretaron piezas populares.

La jornada comenzó al mediodía, con el recibimiento del alcalde, Javier Ollo, para después alegrar las calles en una animada kalejira. También sirvió de ensayo para el concierto de la tarde, anunciado por el sonido del cuerno y al ritmo que marcaba la percusión. Ayer no faltó un encuentro en torno a una mesa con 163 comensales. “Lo mejor es la sobremesa” señalaron Julio Carrascón, de Azagra, y Jaime Goñi, de Pamplona, dos veteranos asiduos a esta cita que ayer celebró su sexta edición. La siguiente será en Etxalar.