cintruénigo. El ganadero de reses bravas Pedro Domínguez, de la localidad de Funes, obtuvo el galardón del primer concurso de ganaderías, organizado por el Ayuntamiento Cintruénigo, que tuvo lugar durante los encierros de las pasadas fiestas patronales de septiembre. El premio consistió en el reconocimiento de la valía del hierro de Domínguez, simbolizado en un trofeo que fue entregado por la alcaldesa Raquel Garbayo, que estuvo acompañada en el transcurso de este acto del concejal de Festejos Casto Alvero. Además del trofeo, el ganadero vencedor será el que proporcione las reses de los dos encierros que tendrán lugar al comienzo del próximo verano durante las fiestas de San Juan.
calidad y jurado Según explicó el concejal de Festejos, fueron un total de cinco las ganaderías participantes y junto a la ganadora destacó a la de Arriazu de Ablitas y Santos Zapatería de Valtierra. Además, señaló que el jurado formado por 10 personas entre miembros de las comisiones de Festejos y Taurina, junto con los aficionados, tuvo “verdaderos problemas” para adjudicar el premio. En esta línea, destacó que, con este certamen, la calidad de los encierros había sido muy buena y las distintas ganaderías contribuyeron a que fuera un éxito.
Finalmente hizo referencia también el encierro de novillos de la finca Toropasión en el que se vieron carreras espectaculares con afluencia de buenos corredores.
el encaste La ganadería funesina fue creada en el año 1962 por José Domínguez, pastor de ganado a las ordenes de Cándido Díaz (uno de los ganaderos más famosos de Navarra). Domínguez compró una partida de reses a ganaderías como Juan Gavas, la Viuda Lampre (25 cabezas), a Nogué otras 20 y a Martón alrededor de 30 novillas, y le cambiaron a Julio Aguirre 10 novillos por 20 novillas.
Con esta base de ganado se comenzó a fraguar el encaste Domínguez, un encaste, que, a lo largo de los años, ya se considera como propio, con características y morfología muy marcada en todos sus animales.
Tras duros años y mucho trabajo por parte de los hijos, poco a poco la ganadería fue aumentando el número de cabezas llegando a alcanzar las 1.100 reses.