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Música que alegra la fiesta

Xapiru Trikitixa Eskola ha formado a cientos de alumnos de entre 7 y 70 años en trikitixa y pandero Es habitual verles por las calles de Zizur, Barañáin, Berriozar o el Casco Viejo de Pamplona, entre otras

Música que alegra la fiesta

tafalla - Hay sonidos que irremediablemente van ligados a la fiesta, y el de la trikitixa es uno de ellos. Unido al del pandero (instrumento de percusión), forman el tándem perfecto a la hora de amenizar cualquier sarao, romería o festividad popular que se precie. Aunque de origen italiano, la trikitixa (acordeón diatónico de botones y pequeño tamaño que lo hacen manejable) llegó en el siglo XIX para quedarse. Todo apunta a que lo hizo de la mano de trabajadores naturales de los Alpes (procedentes de la zona del Piamonte) que nos visitaron para construir la línea de ferrocarril entre Zumarraga y Altsasu hace más de 150 años, aseguran entre otros el escritor guipuzcoano Rafael Aguirre Franco. Sea como fuere, el hecho es que la trikitixa forma parte ya de nuestra cultura, habiéndose convertido con el paso del tiempo en un instrumento tradicional que cada año suma adeptos.

Prueba de ello son los centenares de alumnos que desde hace más de una década llevan formándose en Xapiru Trikitixa Eskola. Sus profesores son Irune Agirre (que tiene 20 años de experiencia) y Xabi Asa (que se sumó al proyecto hace 12 años), quienes enseñan a tocar la triki y el pandero, como extraescolares, en los colegios públicos de Zizur, Barañáin, Berriozar y Chantrea, así como en el Casco Viejo de Pamplona (a propuesta de una asociación vecinal) o en localidades de Sakana, como Arbizu.

Conforman el alumnado personas de entre 7 y 70 años (incluso mayores). “Entre medias hay un poco de todo: gente joven, menos joven y jubilados, que son los más salseros”, subraya Asa. Entre ellas se encuentran Idoia Izko Díez y Ainhoa Maisterra Udi, quienes llevan más de 10 años tocando el pandero y la trikitixa (la segunda también el pandero), respectivamente. “En mi caso empecé por mi hija, a quien apunté a la extraescolar que se impartía en el Colegio Público Erreniega de Zizur. Acompañaba al grupo en las salidas que hacía a diferentes pueblos y como me gustó el ambiente, me animé a aprender a tocar el pandero, al igual que hicieron muchos otros padres y madres. Luego la cosa es que nuestras hijas e hijos fueron dejando de venir y el resto seguimos”, explica Izko. Maisterra, a sus 21 años, es de las pocas que siguen practicando este instrumento desde que era una cría. Apunta que “no es difícil de aprender a tocar”, si bien depende de “la capacidad de cada uno”, aunque tarde o temprano “todo el mundo lo acaba pillando”.

“Hace falta tener ganas, constancia y tiempo”, enumera Asa, quien explica además que hay dos fórmulas para aprender a tocar la trikitixa, “por números, que es la principal, o por solfeo”, por lo que no es necesario tener conocimientos musicales previos. Asa recomienda, asimismo, que los más pequeños empiecen con el pandero para que cuando salgan a la calle, ya con la trikitixa, y no sepan tocar alguna canción, siempre puedan recurrir al otro instrumento para seguir participando.

Clases En concreto, las clases de trikitixa se imparten de forma individual, de lunes a viernes, mientras que las de pandero son grupales. Los fines de semana, por su parte, se reservan para hacer salidas. “Es una de las particularidades de esta escuela”, indica Asa, quien recalca que al tratarse de “un instrumento de calle”, es allá donde tiene que practicarse. “Desde Semana Santa no hemos parado ningún fin de semana”, desvela el profesor, no sin antes nombrar alguna de las festividades en las que es habitual ver a los diversos grupos que componen la escuela, quienes llegan a sumar incluso hasta 100 componentes. “Solemos estar en todas las fiestas de los colegios en los que damos clase (Navidad, fin de curso, carnavales, etc.), en las fiestas patronales de estos pueblos, en los Nafarroa Oinez, en las fiestas de Sortzen, en todas las festividades del Casco Viejo de Pamplona, organizamos sidrerías, hemos estado en Bermeo... A la gente le suele gustar bastante y siempre se nos acercan personas a interesarse por el instrumento”, reconoce Asa.

Es tal la afición, que grupos de alumnos suelen organizar además salidas por su cuenta para amenizar diversas fiestas como el Día del Rosado de San Martín de Unx (también han estado en Cataluña), siendo el viaje más recordado el que varios de ellos, concretamente ocho, hicieron hace dos años a la Casa Vasca de París/Pariseko Eskual Etxea. “El ambiente fue excepcional. La gente se lo pasó genial bailando por la calle y nos agradecieron mucho nuestra visita”, recuerdan.

Por último cabe señalar que los interesados en contactar con los responsables de esta escuela pueden hacerlo a través del correo electrónico xapiru.triki.eskola @gmail.com.