Primer sábado de julio, la concentración organizada por Clásicos Alsasua dio color y también sonidos a una gris y fría mañana con cerca de un centenar de vehículos, desde coches, camiones e incluso un tractor que se pudieron ver desde primeras horas en la plaza Zumalakarregi y después en Iortia, tras realizar una vuelta por la calles de la villa y alrededores. Aunque a algunos les pilló de sorpresa, evocando tiempos pasados, numerosas personas no se quisieron perder la oportunidad de admirar los vehículos, Y es que después de cuatro ediciones, esta concentración se está convirtiendo en una cita obligada para los nostálgicos del motor.

Entre los coches abundaban los utilitarios que se fabricaron entre los años 60 y principios de los 80, sobre todo de las marcas Seat, Renault, Citroën o Peugeot, con modelos habituales por las carreteras hasta no hace muchos años. También había otros más lujosos, como varios modelos de Mercedes o la legendaria furgoneta Volkswagen, entre otros vehículos que pese a su edad, como mínimo 25 años, mostraban un espléndido aspecto. Uno de los mas antiguos era un camión GMC de 1950. Y es que se notaba el trabajo de personas que no escatiman tiempo y a menudo dinero en una afición que es cara, como apuntó Leire Lazkoz, una de las organizadoras del encuentro de Altsasu.

EXPOSICIÓN Este año la concentración ha venido precedida de una curiosa y entretenida exposición en el centro cultural Iortia que se puede ver hasta el 7 de julio, de 10.00 a 13.00 horas por la mañana y de 18.30 a 21.00 por la tarde. Con el título Sobre ruedas, en la exposición se puede ver despiezado el Renault Dauphine 1963, el coche de las viudas, que los hermanos Aitor, Asier y David Los Santos están restaurando de forma integral, tanto la carrocería como la mecánica. Comenzaron en septiembre de 2015 y hasta la fecha llevan 760 horas trabajando en este vehículo. Al no existir piezas originales de sustitución, han tenido que fabricarlas de manera artesanal, con chapa galvanizada y fibra de vidrio.

Por otro lado, se muestran pinturas realizadas por Jesús Miguel Amoztegui de coches míticos junto a piezas de automóvil, motos y bicicletas, algunas de las cuales se fabricaron en Altsasu, las recordadas Razesa y Letona, así como otras menos conocidas realizadas por Ormen. También se puede ver una reproducción de la máquina de vapor Mikado 141 R realizada a escala 1:11 por Esteban Zornoza, que al igual que las originales, funciona con agua y carbón.

La exposición se completa con triciclos, patinetes y bicis antiguas de la colección de Santi Saez de Muniain.