PUENTE LA REINA/gares - Koke Ardaiz comenzó a trabajar con la madera a la edad de 12 años y nunca se separó de ese material que le gusta porque “es un material caliente”. Aunque, durante su larga trayectoria ha trabajado con materiales como el metal o el hierro. Su proyecto actual es la decoración del paseo de Gares convirtiendo sus árboles en verdaderas obras de arte.

“Yo tenía las herramientas de la madera en casa y empecé a enredar como cualquier niño hasta que descubrí que la figura humana era lo que me apasionaba”. Así resumía sus inicios en la escultura Koke Ardaiz, quien es conocido por sus figuras de madera con las que recrea principalmente seres humanos ya que, como explicó, lo que pretende es “plasmar la realidad y con la figura humana se pueden representar y decir muchas cosas”. Este escultor se define como alguien con las ideas claras que en cuanto ve un tronco ya sabe lo que quiere hacer con él. No obstante, como a todo artista, a veces le invaden las dudas, pero tiene su propio método: “Cuando no tengo una idea clara lo que hago es poner el tronco en el taller y bajar a mirarlo a menudo y al final surge la inspiración”, afirma Ardaiz.

Koke Ardaiz tiene su casa a la salida de Puente la Reina, muy cerca del albergue para peregrinos, muchos de los cuales pasan a la exposición que tiene siempre abierta a admirar sus obras. “Viene mucha gente y saca fotos a las esculturas. Estoy colgado en un montón de blogs de Internet”, admite entre risas el escultor. Pero no solo los peregrinos tienen en cuenta su destreza. El pasado año, el Ayuntamiento de Obanos le propuso realizar una escultura en un pino que iban a talar. De ahí surgió el proyecto en el que actualmente trabaja en Gares. “Un vecino me comentó que estaban cortando los árboles del paseo y me propuso hacer figuras allí. A mí me pareció buena idea y me ofrecí en el ayuntamiento”. Actualmente son cuatro las esculturas que rodean esa calle de Gares pero Ardaiz asegura que “mientras tenga fuerzas, seguiré creando más”. Las figuras terminadas representan a una niña saltando a la comba, al principio del paseo, un hombre “estirándose” bautizado con el nombre Adán a la entrada de la plaza, otra niña sentada en el tronco “viendo quién sale de la plaza” unos metros más abajo, que se diferencia de las demás por su brillo consecuencia del barniz, y la cuarta escultura “más abstracta” que tiene el grabado de una txalapartana.

arte y trato de la madera No obstante, la tarea no solo se ha basado en la talla de las esculturas, Koke Ardaiz también tuvo que acomodar los árboles para poder trabajar con ellos: “La mayoría estaban podridos y hay que limpiarlos para poder sanear y que la obra perdure”, indica el escultor.

En cuanto a los tipos de madera, Ardaiz comenta que prefiere trabajar con el peral o el nogal ya que “son materiales más dóciles” o el cerezo “porque tiene un color impresionante”. En cambio el platanero es un árbol con el que le cuesta trabajar y “da la casualidad de que todos los árboles del paseo lo son”, sonríe. No obstante, admite que trabaja con cualquier tipo de madera que se le ponga por delante ya que “ningún árbol es feo”.

Koke Ardaiz lleva una gran cantidad de años ligado a la madera y sus esculturas, que se han visto expuestas en diversos lugares, pero no tiene pensado retirarse: “Yo siempre digo que moriré con la madera entre las manos”, afirma. Este vecino de Puente la Reina de 74 años no le da importancia a las horas que puede pasarse trabajando en el taller, lo que realmente le importa es “la suerte de poder trabajar en lo que me gusta, que es un verdadero privilegio”.