pamplona - La tarde del jueves la Policía Local del Valle de Egüés recibió nueve cachorros de perro cruce con bóxer, cinco machos y cuatro hembras de entre solo 7 y 8 semanas de vida, que habían sido encontrados dentro de una caja de cartón en un contenedor de Erripagaña.
La Policía dispone de un espacio habilitado para cuatro perros en dependencias municipales con pienso, bebida y mantas. Pero el lugar no está preparado para animales tan pequeños. Así que los agentes se pusieron en contacto con la Asociación Veterinaria sin ánimo de lucro Basati. La veterinaria de Villava facilitó a la Policía mantas y comida especial para los cachorros, que pasaron la noche bajo la supervisión de los agentes y fueron entregados posteriormente a esta ONG, que desparasitó y revisó a unos cachorros que se encuentran en perfecto estado de salud.
Por otro lado, en el transcurso de la noche del jueves al viernes la Policía del Valle de Egüés identificó a la persona responsable del supuesto abandono, a la que tomaron declaración en la mañana de ayer. La Policía local actuará de oficio por un presunto delito de abandono y maltrato animal, diligencias judiciales que se tramitarán, acompañadas de la declaración, en el juzgado de Aoiz.
“ALUVIÓN DE LLAMADAS” Alfonso Bañeres, presidente de Basati, ONG sin ánimo de lucro que aglutina a 40 veterinarios profesionales con 18 clínicas colaboradoras, aseguró ayer que habían recibido “un aluvión de llamadas y correos electrónicos” de personas interesadas en adoptar a los cachorros. “Antes de que acabe el fin de semana los nueve tendrán un nuevo hogar sí o sí”, certificó. Mientras tanto, los animales se encuentran en la residencia Pagoa, que se ofreció voluntariamente para acogerles.
Basati lleva “toda la vida” funcionando y se fundó oficialmente 2012. Y su presidente aprovechó el suceso para concienciar y hacer un llamamiento a la responsabilidad respecto a las mascotas. “Un perro ofrece muchísimo y pide muy poco... pero ese poco hay que dárselo. Requiere un compromiso, unos gastos y atenciones”, desgranó Bañeles para finalmente quedarse “con el lado bueno” de la historia: “Irán a hogares donde sus dueños les tratarán como a sus hijos”.