Síguenos en redes sociales:

Nace la marca Navarra Sur

Nace la marca Navarra Sur

Tudelapodría añadir en breve su nombre a reconocidas citas musicales que sin concitar a decenas de miles de espectadores se encuentran en las agendas de los melómanos que huyen de las grandes masas pero buscan calidad. El éxito de público del Navarra Sur Festival y la satisfacción en la organización, pese al mal tiempo del fin de semana y, sobre todo el viernes, justifican sobradamente que se esté pensando ya en una segunda edición para una cita que el pasado viernes y sábado 1 y 2 de junio reunió en Tudela a más de 6.000 personas en las diferentes actividades programadas.

La organización calificó de “éxito” esta primera edición de un festival “que pretende asentarse como referente en el panorama festivalero estatal”. Durante el fin de semana, Tudela recibió a más de 2.000 visitantes y el público local rondaba los 4.000 espectadores. “Personas de País Vasco, Zaragoza, Madrid, Barcelona o Guadalajara han querido acudir a la cita. Es por ello que hoteles y restaurantes se han abarrotado de público que venía al festival”, indicaron. La organización estima que ha sido “una gran fuente ingresos para la ciudad y sobre para Tudela” como marca, ya que la coloca en el mapa cultural del norte de España y donde cabe destacar la ausencia de incidentes, en un festival “lleno de experiencias y de buenos momentos”.

objetivos cumplidos El paseo del Prado se llenó de música durante dos días pasados por agua. Durante la jornada del viernes, la banda local Los Moths sorprendió, dejando un directo increíble. Rufus T Firefly continuó dando vida al recinto y abriendo paso a Loquillo, el artista más esperado de la noche. “A pesar del diluvio universal, salió al escenario para ofrecer a sus fans dos horas de un concierto en el que repasó todos sus grandes temas de toda una carrera profesional”, apuntaron desde la organización. Rayos, truenos, relámpagos y una manta de agua que quienes estuvieron no podrán olvidar marcaron una noche que, hasta diez minutos antes de las oche era tan perfecta que los primeros truenos apenas fueron tenidos en cuenta entre un público que rozó las 1.500 personas en un primer día de festival en el que Mundo de Tulsa Dj había tenido el honor de inaugurar musicalmente la brutal parafernalia del Navarra Sur, un invento de la firma Ansel Momo, que es de quién parte esta maravillosa locura. Las primeras avalanchas en busca de refugio ante la tromba de agua amontonaron a los festivaleros en torno a la magnífica zona de repostaje para el estómago y, antes de las 23.30, cuando el chaparrón parecía que no iba a terminar nunca, se encendieron las luces del escenario principal y apareció Loquillo para llevarse a todos al barro.

“Tudela quiere un puto camión”, es de lo poco que le dijo el cantante catalán al público, con permiso de algún que otro breve agradecimiento por aguantar el chaparrón. Fueron dos horas de clásicos bajo el aguacero, entre pitillo y pitillo (y dicen que un par de whiskys), hilando los temas que todo el mundo quería oír y corear junto ese tipo “feo, fuerte y formal” al que, una vez más, se le quebró la voz llamando a su nena desde el aplaudido Cádillac solitario, allí en la ladera del Tibidabo. En la explanada de El Prado, a sus 56 años, Loquillo sacó adelante la primera jornada de un festival que podía haberse ido al traste sin las ganas del público y su profesionalidad. Ambos estuvieron de diez y se hicieron cómplices de la situación, no dejándose vencer por los elementos. Cuando la lluvia remitió se sacó de la lista del concierto a Los gatos de tu callejón para que pudieran maullar agusto, calados hasta los huesos, pero felices.

Durante la jornada del sábado, y con un tiempo espléndido, Izal desplegó un show de sobresaliente y se entregó al público del Navarra Sur con mucho cariño y sin unos segundos de respiro donde presentó sus nuevos temas pero también grandes éxitos. El runrun por su presencia en la ciudad fue concretándose en las mareas de gente que, desde la mañana iban y venían por Tudela para situarse en las coordenadas del mapa de un evento que llenó hoteles, restaurantes, jardines y terrazas, dándole a la ciudad ese ambiente de excitación semicontenida tan propicio para las citas musicales importantes. Además de hacer caja, los establecimientos se dieron más que satisfechos por el buen rollo que desprendió la espera del concierto estrella de esta primera edición que, por organización, instalaciones y nivel de cartel, promete revancha.

Mikel y los suyos hicieron que el evento, definitivamente, tuviera validez y reconocimiento generalizado. Y así lo atestiguarán las miles de personas que abarrotaron el escenario central de El Prado, coreando los clásicos de la banda y las letras del joven Autoterapia, el disco con el que Mikel Izal afirma haber “experimentado al máximo, sin miedo y disfrutando de su grabación”. Precisamente a él, que ofreció todo ese disfrute a sus seguidores, le quedará también el recuerdo de haber cumplido 36 años sobre el escenario del Navarra Sur, escuchando a miles de gargantas dedicarle, justo cumplida la media noche, el Cumpleaños feliz. Como anécdota desconcertante y comentada durante el concierto y después, en las redes, se podría reseñar el empeño de Mikel Izal en dar las gracias “a Iruña” tras cada canción, en vez de a Tudela, donde se desarrollaba el concierto. Ángel Stanich dio un auténtico recital y demostró que ya tiene una gran cantidad de fans.

Desde la organización destacan el “gran nivel de los grupos navarros” y creen que el festival “será un gran puente para conseguir nuevas metas”. Así se mostraron muy satisfechos porque “ha cumplido sus objetivos. Una primera edición nunca es fácil. Era una apuesta muy fuerte, pero la confianza de nuestro público ha hecho que la primera edición sea inolvidable. Son muchos quienes nos reclaman una segunda edición”.