Pamplona - Con la mente abierta, sin expectativas y sin miedo. Estos son los tres requisitos con los que acudir a una clase de yoga, la práctica holística que trabaja el cuerpo, la mente y el espíritu. “Transforma a todo aquel que lo prueba y por eso son cada vez más los que se animan”, sentencia Marta Baeza, fundadora y responsable del centro Yoga Studio Pamplona, y profesora de yoga.

Marta es de Pamplona, aunque durante años vivió en Londres, entre otros lugares. Conoció el yoga hace alrededor de 20 años, “cuando todavía era algo misterioso, e incluso de raros: vi un cartel en la calle que me llamó la atención. Fui a una clase y salí de ella tranquila, en paz; tuve una sensación que no conocía”, explica. “Enganchada” desde el principio, tiene claro que el yoga ayuda a sacar la mejor versión de uno mismo. A nivel físico aporta muchos beneficios: “Fortalece el cuerpo, lo tonifica, lo estira, mejora la postura, activa la circulación y mantiene los órganos sanos”. Respecto a la mente, la purifica: “Siempre está ocupada, pensando en cosas del pasado y del futuro, algunas que quizá ni siquiera lleguen. Esto nos agota, nos produce estrés, cansancio tristeza, miedo...”, añade. Así, pone la atención en el ahora, educando a la mente en el presente (mindfulness).

Después de formarse como profesora en Australia, quiso volver a sus raíces para ofrecer todo lo que había aprendido “por el mundo” y lo que el yoga le había aportado: “Abrí Yoga Studio Pamplona hace seis años y medio. Mi gente tenía que conocer esta disciplina mágica que quita los miedos, sube la autoestima y te hace más seguro”.

En Yoga Studio Pamplona imparten clases de tres estilos de Yoga: Hatha yoga, Vinyasa Flow y yoga Prenatal. “Cada vez vienen personas más diversas. De distintas edades, profesiones...”, esclarece Marta. El Hatha yoga es el estilo “clásico”, el que gusta a personas de “cualquier edad y condición física”. Por su parte, el Vinyasa Flow se está extendiendo por todo el mundo, “es su momento de auge: aunque termina con un rato de relajación y meditación, es más dinámico. Gusta más a personas acostumbradas a hacer deporte. Muchos se pasan del aeróbic, por ejemplo, al Vinyasa”. Otro de sus platos fuertes son los cursos para la formación de profesores de Hatha yoga y Vinyasa Flow: “Hay psicólogos, médicos, profesores... y cada uno viene con un objetivo distinto. Unos quieren complementar su formación, otros profundizar en el yoga y otros hacerlo su profesión”, apostilla la fundadora del centro. Ella, Mar Castillo y Greta Broström son ahora las profesoras de Yoga Studio Pamplona que imparten las clases de lunes a sábado.

alimentación adaptada El objetivo de Marta ha sido desde el principio “enseñar a evolucionar en todos los sentidos”. Por ello, imparte técnicas hipopresivas, “un estilo de abdominales que aporta muchos beneficios para la espalda”.

La alimentación es también muy importante para ella: “Aquí funcionamos mucho por costumbres, hábitos y tradición. Pero tenemos que adaptarla a los tiempos actuales. Somos más sedentarios que nuestros abuelos y el planeta no es el mismo: hay sobrepoblación, los recursos son escasos, los mares están contaminados y la ganadería industrial es uno de los principales causantes del calentamiento”, subraya Marta. En sus intensivos de alimentación hace entender el porqué y la necesidad de tomar alimentos ecológicos y de reducir el consumo de carne y de pescado: “Debemos añadir a nuestra dieta más verdura y fruta, y los nuevos alimentos como los frutos secos, las semillas y los zumos verdes licuados”, concluye.