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Calle Aralar, 1934

Calle Aralar, 1934

En 1934 el tramo inicial de la calle Aralar iba ocupado por una serie de casitas bajas, edificadas según el estilo del país, que estaban ocupadas por diversas instalaciones municipales: el Parque de Desinfección, la Perrera Municipal y el Garaje de Carruajes Municipales, cuyo letrero se alcanza a ver en primer término, y que era en realidad el lugar donde se custodiaban los coches mortuorios. Estas casitas, levantadas en el año 1922, serían demolidas en 1958 para construir, en ese mismo lugar, el Parque de Bomberos, que nuestros más veteranos lectores recordarán perfectamente.

La fotografía permite ver la calle en perspectiva, con la tapia que da a las instalaciones de la plaza de toros a la izquierda.

Al fondo puede adivinarse la barandilla que se asoma a la Cuesta de Labrit, con las casitas de dicha calle al fondo y las torres de la catedral asomando descollantes por encima.

Hoy en día la zona permanece reconocible merced a la tapia de la izquierda, que da a los toriles y al patio de caballos de la plaza de toros. Al fondo podemos ver que las casas de la cuesta de Labrit han sido notablemente recrecidas, y los árboles nos impiden ver las torres de la catedral asomando por encima.

En cuanto al Parque de Bomberos levantado en 1958 en el lugar donde estuvieron las casitas municipales, fue a su vez derribado en el año 2010, y hoy va ocupado por un jardín. Fue precisamente en dicho lugar donde, en los años de las obras faraónicas y los grandes fastos pre-crisis, los gobiernos municipales de UPN quisieron situar la enésima versión de su Museo de los Sanfermines. Todo aquel gigantesco despropósito tan solo serviría para despilfarrar, según diversas fuentes, 6,3 millones de euros. Más de 6 millones a la basura, en una ciudad cuyo presupuesto ronda los 200. ¡Qué bien nos vendrían ahora...!