tudela - “El objetivo es que la gente se enamore del euskera. No queremos que perdure esa idea de que el euskera es algo impuesto. Que de repente han venido unas hordas, sino que es un patrimonio propio navarro y queremos hacerlo comprensible y hacerlo amable”. Con esta intención, explicada por el villafranqués Jesús Jiménez, los cerca de 35 integrantes del coro ribero Tutera Kantuz han puesto en marcha una iniciativa, que cuenta con apoyo del Gobierno de Navarra, y pretende divulgar y dar a conocer el euskera al público de sus actuaciones, a sus propios integrantes (muchos de los cuales no hablan el idioma) y otros coros o centros escolares con los que colaboran.

Con 13 años de existencia a sus espaldas, este objetivo ha existido desde el inicio de su formación, máxime cuando cerca del 30% de las canciones que interpretan son en euskera. Como indicó el presidente de Tutera Kantuz, Goyo Villar, “siempre en nuestras actuaciones hay un 30% de canciones en euskera, preferentemente de Navarra. También cantamos en inglés, francés y latín dentro de la hora u hora y media que suelen durar nuestras actuaciones. Nuestro compromiso es que no sea solo que cantamos y se olvida, sino que esta iniciativa se ha hecho para dar cuerpo a todo eso que tanto nos gusta. Desvinculamos el euskera de cualquier otra cosa. Queremos acabar con esa idea de hablar siempre del euskera con tono negativo”.

las fichas De esa manera, han elaborado de momento alrededor de diez fichas en las que analizan canciones como Ilargia, Nere herriko neskatxa maite, Ume eder bat o Xalbadorren heriotzean. Como señalan en la introducción a las fichas, “somos percibidos culturalmente, en nuestra zona, la Ribera, como los que cantan en euskera y aspiramos a ser los que ayudamos en la Ribera a querer el euskera. El objetivo así no es tanto aprender euskera, sino aprender a quererlo. Ofrecer un relato actualizado y riguroso que entienda el euskera como parte de la historia de la cultura de nuestra zona de influencia”. Para todo ello, aconsejan a quien vaya a leer las fichas, que “para este viaje elimine de su mochila los prejuicios y se deje guiar por el rigor de expertos y estudiosos”. Dentro de este proyecto, uno de los emblemas es Castildetierra (estandarte de las Bardenas Reales) que figura también como fotografía en los calendarios que han elaborado y repartirán con esta misma intención. “Para los geólogos Castildetierra es un testigo de la erosión geológica de la Bardena, a partir de ésa y otras evidencias se deduce que el valle del Ebro fue un mar. Para los lingüistas, el euskera es un testigo de la erosión cultural de nuestra zona, que nos permite conocer e investigar la historia de nuestros ancestros”.

En las fichas, (en euskera y castellano) además de analizar la etimología de muchas de las palabras, traducen la letra de las canciones, ahondan en el origen de la misma y profundizan en su significado dentro de la sociedad y cultura vasca y navarra, además de añadir un apartado en el que narran curiosidades o datos del euskera, todo ellos citas sacadas de catedráticos, doctores y estudiosos de los idiomas, tanto nacionales como extranjeros. “Quizás pueda parecer que es algo pretencioso que queremos enseñar, pero lo que buscamos es aprender a amar el euskera. Es una gota para a través de su historia y conocimiento aprender a quererlo. Yo mismo no sé hablar euskera, y se me hace muy difícil aprenderlo, por eso pensamos que para la Ribera más que aprenderlo hay que enseñar a quererlo”, explicó Joaquín Aramendía.

Varios de los integrantes pusieron el objetivo sobre la intención de “despolitizar el euskera. Es un idioma que ofrece a la música una lírica diferente. Eso también es importante aportarlo y explicarlo”, explicó Maru Lorente, una de las que han trabajado en su elaboración. Todas las traducciones e investigaciones sobre la etimología de palabras y origen de las canciones han sido elaborados por los propios integrantes de Tutera Kantuz. “Queremos alertar sobre algo que está pasando. El euskera es el único patrimonio navarro o casi mundial al que se le discute su fomento y su protección. No pasa eso ni con el patrimonio arquitectónico ni con el medioambiental o incluso industrial; con el euskera si. Queremos, desde nuestra pequeña parcela aportar nuestro grano de arena”, explicó Jiménez

Tutera Kantuz comienza en noviembre del 2005, con la intención de apoyar y colaborar con los niños de la Ikastola en el Olentzero, y también en otras actividades a través del curso. Un pequeño grupo de aficionados contactó con Elena Echezarreta y, con su batuta y dirección, prepararon un par de villancicos armonizados por Alberto Santo, a continuación, las coplas de Santa Águeda y a los pocos meses de 2006 se organizó el primer concierto, que se celebró en el Salón de actos de Castel Ruiz, con una docena de canciones, principalmente en euskera.