Porque fueron somos y porque somos serán, es la frase que resume el reto que se ha propuesto el pastor Aritz Ganboa de Miguel; elaborar un queso DO Idiazabal en su pueblo, Arruazu, y llevarlo corriendo hasta Isaba, a través de los Pirineos, en una sola etapa. Allí lo intercambiará por un queso de DO Roncal elaborado por Marina, una joven catalana que está tomando el relevo en Belagua a José Manuel Marco, más conocido como Marengo. “Todavía no sabemos cuántos kilómetros serán en total y por dónde pasará. Creemos que rondarán los 160 kilómetros. Para final de primavera habremos trazado todo el recorrido”, apunta este pastor que acaba de cumplir 40 años, de padre de Sakana y madre de Roncal. Será en octubre en una fecha aún sin determinar.

“Quiero contar una historia que no me pertenece, sino de la que soy, somos parte. Una historia que en parte está escrita, estamos escribiendo y está por escribir”, señala Ganboa, que hace una década hizo de su afición por la naturaleza su forma de vida. Además, el pastoreo le permite disfrutar de otra de sus pasiones, correr por el monte. “Somos un pueblo que ha unido a través del tiempo el trabajo y el deporte”, observa. “Durante siglos los retos a través de los cuales hemos medido y desarrollado nuestras habilidades, fuerzas y capacidades han encendido en nosotros y nosotras la pasión por el deporte”, añade. Por ello, destaca que es un reto en el que más de una y uno se verá reflejado, del mismo modo que vivencias e historias de mucha gente han sido determinantes para que este arruazuarra, actual campeón de Euskal Herria de perros pastor, se haya embarcado en esta aventura.

pastor

Apuesta de vida

Economía sostenible

Hace diez años, junto a su primo Aitor Kanpion y su hermano Xabier, asumió otro reto aún más importante, poner en marcha Albi Gaztak para vivir en su pueblo como pastores. “Entendemos el pastoreo no como un negocio, sino como una forma de vida, como una forma de seguir avanzando en las enseñanzas que nuestros antepasados han sabido transmitirnos a lo largo de la historia”, explica Ganboa.

Lo cierto es que este pastor de Arruazu vive con pasión su oficio. “Junto con los y las agricultoras somos fundamentales en el mantenimiento y gestión del medio ambiente”, apunta para acto seguido enumerar algunas de las labores que realizan, como limpieza de caminos y sendas, prevención de incendios, el refugio que ofrecen sus txabolas, y los alimentos que producen entre otras. “Aun así, muchas veces el mundo rural y urbano viven como si no se necesitaran. Este reto nos dará la oportunidad de mirarnos cara a cara y así poder unirnos en el camino”, incide. “Por ello, trataremos de poner en valor todas las potencialidades que nos ofrece el medio para activarlas”, remarca.

Y es que el principal objetivo de esta iniciativa es poner en valor la agricultura y la ganadería, con el foco puesto en sus productos pero sin olvidar el patrimonio natural y paisajístico fruto de esta labor. En su caso es el queso, producto muy valorado gracias a las denominaciones de origen Idiazabal y Roncal. “Correré por el queso y el medio rural”, resume.

Pero es un reto que no podrá llevar a cabo él solo. “Me apoyaré y utilizaré muchos de estos recursos en forma de servicios, instrumentos, infraestructuras y los recursos de trabajo en común que la propia sociedad nos dé”, apunta. Por ello, este desafío también pretende mostrar las potencialidades de poner en común servicios, infraestructuras y recursos, tanto públicos como privados. “Queremos dar a conocer la preparación y el seguimiento que necesito para preparar el reto. Desde el punto de vista deportivo, fisioterapéutico o nutricional. Hacerlo válido para cualquiera que quiera seguirnos”, señala.

Respecto a la preparación deportiva para este ultra trail, Ganboa cuenta con la ayuda de Eugenio Torrano, entrenador y preparador físico, así como el seguimiento fisioterapéutico con Dani Ramos y una planificación nutricional guiada por Ana Carmen Huarte, del centro Xalok de Etxarri Aranatz. Se basa en productos de temporada y de producción local.

DOCUMENTAL

Bideak

Puente entre el mundo rural y urbano

“Los baserritarras tendrán un papel indispensable en el documental”, apunta Ganboa. Y es que estos preparativos y su seguimiento hasta el reto final se están recogiendo para un documental dirigido por Xabi Unanu que dará a conocer esta pequeña historia que discurrirá entre Arruazu a Isaba con un queso en la mochila a través de distintos tipos de caminos. Desde sendas a grandes recorridos GR, será un trazado que está diseñando con la ayuda de korrikalaris y mendigoizales de la zona, encuentros en los que surgen otras historias y curiosidades que cuelgan en la web junto con el trac. “Tendré que unir estos caminos vigilando los kilómetros y el desnivel del recorrido para que sea un reto viable y seguro”, apunta. “La persona responsable de trazar el recorrido es Iker Martínez, corredor y esquiador de montaña, con mucha experiencia en preparar carreras”, observa Ganboa.

Y es que en el documental se recogerá el patrimonio natural e inmaterial por el que transita, con el pastoreo y el deporte como punto de partida. Así, se darán a conocer valles, pueblos y gentes; espacios naturales de gran valor ecológico y paisajístico, con algunos de los robledales adehesados más importantes de Europa, praderas y pastizales de una gran variedad florística. También animales endémicos, ganadería de razas autóctonas como la oveja latxa, yeguas Burguete y vacas pirenaicas entre otros. “Trataremos de poner en valor todo este patrimonio para concienciar también a toda la gente que se acerca a disfrutar de este entorno de la importancia del cuidado y respeto con el que tenemos que actuar”.

Asimismo, el euskera tendrá un espacio especial junto con otras expresiones culturales de los pueblos que recorrerá este arruazuarra. “Es el idioma de mis antepasados, en el que hablaban Joxe Mari Ganboa, pastor de Arruazu y primo de mi padre, y Doroteo de Miguel, abuelo de mi madre. Lengua que yo hablo, el alma de mi pueblo”, observa.

‘CROWDFUNDING’

Aportaciones

Tres maneras de colaborar

Aunque faltan unos meses para el reto, los preparativos han comenzado hace tiempo, más de un año. Y es que es un proyecto ambicioso que requiere mucho de trabajo de cocina. Para que sea viable han puesto en marcha una campaña de crowdfunding para apoyar el proyecto. Se pueden realizar tres tipos de aportaciones de 30, 50 y 100 euros. En el primer caso se recibirá a cambio una camiseta técnica y aparecer en los créditos finales del documental. A lo anterior se suma una cuña de queso en el segundo caso. Por último, las aportaciones de 100 euros recibirán la camiseta y aparecer en los créditos además de medio queso y dos entradas para la presentación del documental. Además, adelantan que habrá sorpresas. Apostillan que el final del reto será a lo grande, un acontecimiento de tipo festivo dirigido a toda la gente que de una u otra manera han participado en este proyecto y también a aquellas personas que se apunten en el último. No obstante, el objetivo es unir al mayor número de personas en esta aventura. Pero todavía es pronto para hablar, como señala Aritz Ganboa. Esta pequeña pero gran historia continuará los próximos meses.