CORELLA - Seis toros buenos, otros tantos pasodobles magistrales del maestro Cueva y sus pupilos, tres toreros dispuestos, ocho orejas... Y cinco salidas a hombros. ¿Cinco? Sí, cinco (5): los tres coletudos y Josemari Gallego y Alejandro Navarro, respectivos mayorales de Los Maños y Victorino Martín, hierros anunciados en reto ganadero. Ni lo había visto antes ni creo que lo volveré a ver: en corrida de terna, que se necesiten hasta cinco capitalistas.

Así los dígitos de la reseña triunfal, no cabe otra que decir que la decana de las plazas de toros navarras puso un broche de oro a la temporada taurina que la vecina villa de Fitero abre, por San Raimundo, para despedir el invierno. Bien por Tauroemoción por el esfuerzo y la apuesta ganadora: muy buena entrada (lleno en sombra) y excelente resultado artístico. Uno a uno salieron de chiqueros seis toros bravos y de noble calidad. A cada cuál mejor para que los toreros muestren sus aptitudes. Y lo hicieron. Más personalidad natural y de pellizco Paulita, algo más forzada, pero poderosa, la de Morenito de Aranda ,y más hondura y toreo sincero, encajado y profundo el de Rubén Pinar.

Los premios no fueron muy excesivos por la disposición y las espadas de los toreros. Así pues, espectáculo del que el personal salió contento y felicitándose en las apreturas de la calle Moral. Muy buen impulso para que la feria de la Merced y San Miguel recupere condiciones de dos o más festejos de lidia y muerte.

Por partes y entrando en aspectos más técnicos, se podrá convenir que la materia prima, amén de su gran condición para lo artístico, estuvo desigualmente presentada. Más en el caso de la terna de cuatreños de Los Maños, con un primero, Limonero, a la postre premiado con la vuelta al ruedo, impropio por su escasa cara para cualquier plaza foral. Y un sexto, Corbeto, con buen cuajo en carnes y fuerza, pero con dos feos pitones escobillados. Los de Victorino Martín, con diferencias de báscula, conjuntaron mejores hechuras y trapío. Mas estas taras, la bravura y completa calidad de la sangre santacolomeña, taparon borrones e hicieron disfrutar.

Corrida de total armonía ambiental y con un ritmo continuado donde se entreveraron todas las grandes musas de la Tauromaquia.

Para anotar arriba, en lo sobresaliente, el toreo al natural de Pinar ante el bravo tercero de la tarde, Machonero.