pamplona - Las quejas de los usuarios del Transporte Urbano Comarcal (TUC), cuya gerencia depende de la planificación de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, han sufrido un incremento en los últimos meses debido al retraso de las villavesas y a los horarios teóricos que ofrecen los servicios del TUC en marquesinas, página web y aplicación móvil.

En concreto, la línea 12 que recorre el barrio de Mendillorri y tiene su parada final en el barrio de Ermitagaña ha sido uno de los mayores focos de protestas para los vecinos de Pamplona.

Desde el mes de octubre las villavesas se encuentran en una transformación integral que en un futuro permitirá el pago con tarjeta de crédito o con aplicaciones móviles en vez de con la hasta ahora tarjeta propia del TUC. A causa de este cambio, los dispositivos de información que permitían a los usuarios saber en tiempo real cuánto quedaba de espera (paneles en marquesinas, web Infotuc o la aplicación Tu Villavesa) se encuentran actualmente con horarios teóricos, lo que ha provocado confusión entre los vecinos.

Además, el retraso propio de las villavesas y las aglomeraciones creadas en torno a las marquesinas son factores que han llevado a una queja multitudinaria. En la línea 12 el momento más crítico se vive al mediodía en la parada ubicada en la avenida Baja de Navarra a la altura de Merindades en dirección al barrio.

“Hasta verano el orden de las villavesas iba muy bien, pero después ha sido todo un desastre”, comenta Belén Tiscar, usuaria habitual de la línea 12. Para ella, los horarios teóricos “pueden llegar a complicar bastante”, aunque comprende que se debe al cambio tecnológico. “Supongo que será por el cambio, pero si te pone seis minutos no viene o vienen dos seguidas y se acumula la gente. Luego el refuerzo que ponen a las 14 horas está muy bien para los estudiantes, pero para los que trabajamos en Pamplona y salimos a las 13.30 horas no está bien pensado, siempre nos toca esperar mucho”, señala Tiscar.

Los residentes en Mendillorri y que su puesto de trabajo se encuentra en Pamplona son los usuarios habituales de esta línea en este horario concreto y para ellos los retrasos pueden causarles problemas.

Olaia Romero, vecina de Mendillorri, es un ejemplo: “Estoy en contra de que pase esto porque no quiero llegar tarde al trabajo, que muchas veces digo que la villavesa se ha atrasado y parece que estoy poniendo una excusa”. Tal y como expresa Romero, la problemática se da sobre todo al mediodía ya que a las mañanas “aunque haya retrasos todavía respeta algo los horarios”.

La acumulación de usuarios en la marquesina, según Olaia Romero, “es un gran problema ya que cuando llega la villavesa no te aseguras que te vayas a montar y si no lo haces te toca esperar al siguiente”.

Las quejas formuladas a la Mancomunidad, en palabras de Romero, “son en vano”. “Hay muchas quejas pero nunca hay respuestas de la Mancomunidad, incluso se de gente que ha ido a entregar la queja en mano y como si nada”, comenta.

causas Los chóferes de las villavesas se encuentran en muchas ocasiones frene a las quejas de los usuarios, pero su capacidad de actuación ante esta problemática es nula. “Pamplona cada vez es una ciudad más grande y necesita una mejor organización”, comenta un chofer cuya identidad prefiere mantener oculta.

Según él, las causas de estos retrasos se deben a tres factores: los semáforos, la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora y la falta de villavesas. “Respecto a los semáforos, en muchas ocasiones nos impiden avanzar cuando está claro que se puede. Para solucionar esto yo creo que lo mejor sería que instalasen el tipo de semáforos para autobuses y taxis que pusieron en Yanguas y Miranda y Pío XII”, agrega. En el caso de no cambiar los semáforos, otra de las soluciones que da el chofer sería eliminar aquellos que puede entorpecer más al tráfico: “En puntos críticos como la plaza Príncipe de Viana o Merindades sería mejor quitarlos. Estos semáforos provocan en muchas ocasiones tapones por la envergadura de las villavesas y por eso hay retrasos”.

El segundo factor, el de la velocidad, es otra causa para el retraso, según el chofer: “Desde que pusieron la velocidad a 30 kilómetros por hora nos obligan a ir más despacio y llegamos más tarde a los sitios”.

Por último, este chofer asegura que en Pamplona se necesita un mayor servicio de villavesas. “Cada vez hay más gente en la ciudad y en barrios de alrededor. Mendillorri por ejemplo aunque sea un barrio podría ser perfectamente un pueblo, tiene cerca de 13.000 habitantes y se necesitan más buses para cubrir todas las necesidades”, expone.