arizkun. Al caserío Larraldeko Borda de Arizkun todavía le resta bastante para recuperar el aspecto que tenía antes de que el viento se llevara su tejado, de cuajo, el pasado 19 de diciembre, pero poco a poco se está recuperando, gracias al gran trabajo de la familia Arriada Elizalde, y a la solidaridad de sus vecinos. Como ejemplo, el gran número de voluntarios que el pasado sábado participó en un gran auzolan. F.A.G./Argazkia: Ondikol