mendigorría - Iñigo Lerga tuvo que costearse las clases de euskera, sacrificar tiempo y esforzarse, en edad adulta, para poder manejar el idioma. Como él, algunos de los padres de Mendigorría tuvieron que buscar la forma de estudiar euskera para poder manejarlo como su lengua materna. Ni él, ni Vanesa Orzaiz, quieren que Iker, su hijo que tiene ahora un año y medio, pase por lo mismo. “Queremos que vaya al modelo D porque es la lengua de todos los navarros y parte de nuestra cultura, que hay que fomentar y cuidar”, expresa Lerga. En su caso, si la línea bilingüe no saliera adelante en Mendigorría, matricularían al pequeño en el colegio de Gares. “En el caso de que no salga el modelo D tendríamos que ir a Puente la Reina porque queremos que nuestro hijo sea bilingüe y conozca la lengua de Navarra, que es el euskera”, expone. “Si al final no sale, que tiene que salir, optaremos por el modelo D, aunque tenga que ser en otro colegio”, concluye el padre.

Lerga considera que la educación en euskera es un derecho de todos los navarros, por lo que “ la opción de aprenderlo debería ser real para todos”. “Es lamentable la utilización que se está haciendo del idioma, tratándonos como ciudadanos y ciudadanas de segunda”, expone. Ambos consideran que el aprendizaje de un segundo idioma abrirá las puertas para aprender un tercero y que hará que para el pequeño ese aprendizaje “sea más fácil”