- El lunes por la tarde, un escrito anónimo circuló por las redes sociales criticando la falta de planificación e ineficacia por parte de la dirección de la residencia Francisco Joaquín Iriarte, de Elizondo, ante la situación provocada por el COVID-19, a lo que tanto la directora del centro, María Jesús Beunza, como el director general de IDEA (empresa que gestiona la residencia), Rafael Sánchez-Ostiz, han respondido con sendas notas, dirigidas a las trabajadoras y a las familias de los residentes, respectivamente.

Beunza, en su nota, informa de que se han llevado actuaciones en el centro, siguiendo los criterios de salud púbica, a través del Centro de Salud de Elizondo y el apoyo de Derechos Sociales. “Hasta que la pandemia fuera decretada, la normativa a seguir era cambiante, por lo que hubo que aprender no sólo de lo que esta enfermedad conlleva, sino también de los recursos que íbamos a tener que necesitar para la atención de nuestras personas mayores y de nosotras mismas”.

Según la nota, la residencia “por orden de la dirección general del Grupo”, se cerró para aislamiento total el 13 de marzo, dos días antes que el resto de centros, a la vez que se redactaba el protocolo para la ocasión”.

El día 16, la dirección del centro presentó al Consejo de Seguridad y Salud Laboral los cambios que se iban a implementar para poder disponer de un área de aislamiento, que se situó en la parte más alta de la residencia. Para ello, con la ayuda de los trabajadores del Ayuntamiento de Baztan, “se adecentaron las habitaciones, y se repararon los cuartos de aseos.

Para el día 20, cuando una persona fue derivada al CHN y se confirmó su positivo, un cuadrante estaba ya bien aislado y disponible. A día de hoy, “las 6 personas trasladadas a esta unidad están perfectamente ubicadas y recibiendo los cuidados que pauta enfermería siguiendo las indicaciones del Centro de Salud”.

Beunza reconoce que “la actividad ha sido muy intensa para la dirección del centro que paralelamente está recibiendo indicaciones por la administración de que mientras no haya ningún tipo de manifestación de la enfermedad debíamos trabajar sin mascarilla, y mientras la dirección está indicando una cosa, algunas enfermeras indican otras, por eso se entiende que el malestar del personal se acrecentara”.

Para terminar, alabó el trabajo que están haciendo todas las trabajadoras, y animó a seguir trabajando en equipo.

Rafael Sánchez-Ostiz, por su parte, en la nota dirigida a las familias de los residentes, indicaba que “la profesionalidad y compromiso de la mayoría de la plantilla, se ha viso enturbiada por planteamientos rastreros de una minoría de trabajadoras, mediante mentiras y falsedades vertidas en un anónimo que circula por el valle, perjudicando al resto de compañeras y creando una incertidumbre infundada en residentes y familias”.

Defendió el trabajo que se está realizando en el centro, “hemos sido diligentes en la aplicación de los protocolos marcados por las autoridades competentes. En la actualidad hay un residente contagiado ingresado en Pamplona y se han establecido criterios de aislamiento a otras seis personas, que se encuentran estables. De las 104 personas de plantilla, dos trabajadores han dado positivo y se encuentran de baja. Asimismo, tenemos otras seis auxiliares que se encuentran a la espera de la realización de pruebas diagnósticas, y están en su casa hasta conocer los resultados”. Por último quiso tranquilizar a las familias de los residentes, “hemos sustituido a todo el personal de baja, se ha reforzado la plantilla con personal extra para atender las necesidades de los residentes y se están dando los descansos oportunos a los trabajadores sin doblar turnos”.