- Maider Remírez, ingeniera agrónoma con máster en Gestión de la Calidad, lleva en Copenhague desde enero y trabaja en Eurofins BioPharma Product Testing, una red de laboratorios que ofrece servicio a la industria farmacéutica.

La empresa la mandó a casa a trabajar el 5 de marzo, mucho antes de que el Gobierno lo dictara. “Aquí se teletrabajo mucho, es normal que uno o dos días trabajen desde casa por lo que no fue ninguna molestia”, apuntaba

Aunque está todo cerrado; tiendas (salvo las de primera necesidad), institutos, universidades o colegios, lo cierto es que pueden salir a la calle, “pero con cabeza”.

Allí vive con su pareja, Jan Bauer, y han dividido una estancia de la casa en dos para que cada uno pueda trabajar sin molestar al otro.

Después de trabajar, eso sí, le dedican mucho tiempo a la cocina: “Jan es un enamorado de la gastronomía navarra y quiere aprender a cocinar. De hecho, llamo mucho a mis padres para preguntarles por recetas”.

Una vez que mejore la situación Maider quiere ir a casa pero “también me apetece ir a un bar, a un parque, conocer gente nueva y hacerme un círculo de amistades aquí”.

“Llamo mucho a mis padres y les pido recetas para cocinar”

Ingeniera en Copenhague