- La única opción a la que los locales hosteleros han podido recurrir durante estos días de crisis ha sido el reparto de su comida a domicilio, una alternativa que, aunque a algunos les ha "salvado", para otros no supone, ni mucho menos, la panacea.

De los 450 bares y restaurantes con los que cuenta la Comunidad foral, sólo 15 se han decantado por este servicio, aunque "ahora seguramente se irán ampliando", ya que desde ayer los clientes pueden acudir a los establecimientos a recoger sus pedidos. Nacho Calvo, secretario de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra, y Beatriz Huarte, secretaria de Anapeh, coinciden en que el delivery es un servicio "que ha venido para quedarse", y esperan que poco a poco con medidas como éstas puedan ir recuperando el pulso. El lunes que viene toca abrir terrazas con aforos del 50% y el 25 de mayo, en principio, el interior del bar, sin servicio de barra, al 30%.

Ambas entidades mantuvieron ayer una reunión con representantes municipales para tratar el tema de las terrazas y tal y como avanzaron "estudian flexibilizar la norma y posibilitar la ampliación y la concesión de nuevas licencias, respetando siempre al peatón y las medidas de seguridad e higiene". Críticos con las medidas que ha tomado el Gobierno central para el sector, asumen que abrir con un 30% del aforo en el interior del local es "totalmente insuficiente". Lamentan la "incertidumbre" en un escenario en el que resulta "imposible" preparar cualquier tipo de plan hacia la apertura total, "porque esto va día a día y no sabemos qué puede pasar", coinciden. Desde la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra, además, han elaborado ya un borrador para un protocolo de higiene, que esperan que para la semana que viene consiga el visto bueno de Sanidad.

En cuanto al reparto a domicilio, hace tres semanas que en Cocotte Taberna hacen pedidos y aseguran que la decisión les ha salvado. "Hemos trabajado mucho, los fines de semana sobre todo. El local no estaba preparado pero poco a poco le hemos ido cogiendo el tino, estamos contentos. He tenido que sacar a dos personas del ERTE", explica Santi Enciso. Cuentan con una plantilla de 12 trabajadores, reducida ahora a 4 personas. "Llevábamos un mes parados y había que hacer algo", valora, y asume que puede que ahora se incrementen algo las ventas ya que la gente tiene la posibilidad de recogerlo en el local. "Antes había problemas para encontrar repartidores, así que ahora será mucho más fácil, y con el servicio por lo menos conseguimos cubrir algún gasto".

También en Casa Juanito, en la calle Estafeta, comenzaron con el reparto a domicilio hace una semana. "Parece que la cosa va a tener que funcionar así, al principio no lo tenía nada claro pero clientes y conocidos me animaron. Hay que ponerse las pilas e ir haciendo", reconoce María Ángeles Elizalde. Ella en la cocina y su hijo como repartidor autónomo sacan el trabajo adelante. "Que puedan venir a recogerlo aquí está bien pero para nosotros es más difícil: si estoy sola en la cocina tengo que estar pendiente de la puerta, y tener a un trabajador sólo para que atienda sin saber si va a venir gente o no€ Complicado", reconoce. Antes del estado de alarma trabajaban 3 en la cocina, dos en la barra y dos personas más el fin de semana. De momento está "tanteando el terreno" con envíos de sus platos más demandados: callos, morros, ajoarriero "y todo por lo que nos conoce la gente. Pero hacemos también pasta y hamburguesas para llegar a más gente. Va bien, pero muy despacio".

En el Bearán comenzaron con el reparto a domicilio ya la semana pasada, y aseguran que de momento la cosa va bien, así que se han animado a sacar alguna oferta. "Este fin de semana tendremos un menú con pío navarro (raza autóctona de gorrín), ensalada, botella de vino y postre a un precio asequible. Estamos contentos y vemos que hay ganas", explica Javier Azanza.

La recuperación de los trabajadores en ERTE es lo que más les preocupa. "Es lo que nos tiene a todos paralizados, yo creo. Ahora estamos dos personas pero el equipo es de 14 trabajadores, es una ruina no facturar y mantener una plantilla -valora-. Tenemos ganas de volver a la actividad". El fin de semana han tenido bastante trajín, "nos ha sorprendido. Va bien, pero no es lo mismo que antes, que para el fin de semana teníamos el comedor a tope y había que reservar con dos semanas de antelación€ El cambio ha sido muy fuerte".

En el Bar Río, de momento, no van a abrir. Se han marcado sus propias fases: "Abrir con el 30% del aforo es inviable. No preparamos menús para llevar, y todavía no tenemos una fecha fija pero a finales de mayo empezaremos a vender fritos para llevar en la ventana del bar que da a la calle", explica Roberto Irurzun. "Todavía hay que testar cómo está la calle y no sabemos lo que puede pasar", valora.

Coinciden los hosteleros en que con las limitaciones "no salen las cuentas", y es que por lo general son bares pequeños. Les parece "inútil" hablar a futuro porque no queda más remedio que ir mes a mes, "todo cambia muy rápido". El 25 de mayo, si llega esa segunda fase de desescalada, Juan Luis Contín subirá la persiana del Bar Burladero, que iniciará entonces el servicio a domicilio. "En la terraza tenemos 8 mesas, cubrir ahora con 4 mesas un local como el nuestro no nos compensa. Activaremos todo entonces, porque levantar un ERTE a todos los trabajadores para iniciar algo que no sabes cómo puede ir es absurdo, y vemos muy arriesgado basarlo todo en el servicio a domicilio. Hay que hacer muchas cuentas y si te equivocas igual terminas cerrando para siempre", reconoce. De momento avanza que pondrán cartas electrónicas, que los clientes podrán descargar en sus teléfonos móviles con un código QR, y adaptarán los datáfonos y comanderos.

La desescalada. Desde ayer, los clientes pueden recoger comida a domicilio en los propios locales hosteleros, que hasta ahora realizaban el servicio a puerta cerrada, sólo con envíos. A partir del próximo lunes día 11 podrán abrir ya las terrazas aunque sólo con un 50% de su aforo. Ya en la fase 2, que entraría en vigor el 25 de mayo, se permitirá la apertura de restaurantes y bares pero únicamente con servicio de mesa, no de barra. Deberá haber medidas de separación entre las mesas y el aforo, en este caso, será del 30% en el interior del local.

"Estamos contentos, el fin de semana ha habido mucho movimiento"

Cocotte Taberna

"Abrir con el 30% del aforo es inviable y todavía hay que testar la calle"

Bar Río

"Cada vez más harán servicio a domicilio, ha venido para quedarse"

Anapeh