- Hace un año, el 2 de agosto, Montse Blasco y Pieter Kuijt, un matrimonio de Olite, decidieron lanzarse al mundo del emprendimiento montando un obrador de cerveza artesana con punto de venta. El local se llamó El Holandés Errante, y no les costó mucho pensarlo. Hace 28 años, nada más llegar Pieter a Olite, así le bautizó su cuñado. Tras 30 años navegando por los mares decidió echar el ancla con la cerveza artesana.

La idea ya rondaba en la familia desde hace tiempo, pero fue en 2018 cuando la pareja se metió de lleno en el proyecto. Empezaron de nómadas elaborando la cerveza en Brew & Roll en Barañáin. Visitaron diferentes cerveceras y finalmente decidieron montar la suya en el local junto a la tienda situada en Rúa de la Judería, una de las calles más emblemáticas del casco histórico de Olite.

El Holandés Errante es un negocio familiar en el que cada uno tiene su papel fundamental. "Pieter es el que estudia y elabora las cervezas y yo me encargo de la venta y administración en el local", explicó Montse. Las hijas del matrimonio, Anne e Iris, también tienen su papel en la cervecera. Anne diseñó el logotipo de la empresa e Iris es la que gestiona las redes sociales. "Nos hace mucha ilusión porque es un negocio familiar en el que hemos participado todos y desde la elaboración hasta la venta, todo está hecho con mucha ilusión y trabajo" subrayó el matrimonio. De momento la empresa cuenta con 4 variedades: la Blanca (de trigo), la Rubia (Blond), la Morena (tostada suave) y la Ipa (doble lúpulo), todas ellas elaboradas con Lúpulo de Olite y bajo la marca de cerveza artesana d' Olite. Durante el confinamiento Pieter comenzó a trabajar con las recetas de dos nuevas cervezas, la Negra (Porter) y la Roja (Irish Red), cuyo lanzamiento coincidirá con el aniversario de la empresa el 2 de agosto. "Son dos cervezas muy especiales", apuntó Pieter. Ambas están elaboradas completamente en el obrador de la familia y además las etiquetas las ha realizado Peter.

Para esta familia de emprendedores ha sido un año muy ilusionante y complicado a la vez.

"Hemos llegado a tener 3 fechas de apertura", reconoció Montse. En un primer momento querían abrir el negocio en primavera pero seguidamente pasó a julio, con la mala suerte de que coincidió con la riada. "Indirectamente nos afectó mucho, como ciudadanos del pueblo y como gremio", confesó Pieter. Tras esta gran catástrofe, el 2 de agosto decidieron abrir las puertas de El Holandés Errante. Cuando ya parecía que todo había pasado y ya sólo quedaba trabajar duro y con ilusión llegó el coronavirus, que les obligó a cerrar durante 2 meses y medio. "Después de la riada estábamos esperando Semana Santa, iba a ser una inyección para arrancar. Hemos cerrado en los mejores meses", subrayó la pareja. A raíz de la situación, los emprendedores vieron la necesidad de comenzar con la venta de cerveza a domicilio.

Montse y Pieter continúan con la elaboración y venta de cerveza con la misma pasión y venta de cerveza con la misma pasión. "Tenemos previsto salir con nuestra cerveza fuera y hacernos hueco, ya que de momento solo la vendemos en nuestro local y en algún bar de Olite", dijeron. "Hemos aportado nuestro granito de arena en una zona en la que es tradición el vino", reiteró Montse con orgullo. A pesar de todos los impedimentos y adversidades, la familia mantiene la esperanza y la ilusión de seguir con su proyecto. "Lo importante es que la cerveza está gustando al que la prueba" y eso nos anima a seguir, recalcaron.