e desconoce el número de visitantes al Mirador de Zamariain, pero los vecinos de Garaioa afirman que "empieza a ser una situación insostenible". Decenas de coches y de visitantes ocupan cada fin de semana este pequeño pueblo del valle de Aezkoa de tan sólo 91 habitantes, el cual se ve indefenso y desbordado ante la falta de infraestructuras.

Sin embargo, en estos dos últimos fines de semana el caso se ha agravado aún más y, según fuentes no oficiales, ha llegado a haber hasta 150 vehículos en una mañana. "Durante el confinamiento ha venido mucha gente y lo íbamos controlando, pero lo de las últimas semanas ha sido desorbitado. La gente por las calles sin mascarilla y sin cumplir las medidas de seguridad, los coches mal aparcados en casas particulares, los caminos atascados, basuras por todos los lados€Esto no puede ser, es un descontrol", se queja el alcalde de Garaioa, José Javier Eransus.

Mirador de Zamariain (Anikozelea), en Garaioa, valle de Aezkoa

Desde hace años, el fanatismo por conseguir una foto perfecta en el Mirador de Zamariain (tradicionalmente Anikozelea) ha empujado a miles de visitantes a acercarse a este rincón del Pirineo Navarro. Tras un sendero sencillo y con poco desnivel, el camino acaba con una vista panorámica espectacular y una formación rocosa caprichosamente colgada que produce una sensación de balcón al precipicio, ideal para ser plasmada en una instantánea. Y, por ende, no es extraño que una imagen de tal hermosura haya sido mil veces difundida y se haya hecho viral en las redes sociales. "No tengo ningún problema en que vengan, es más, algo tienen que hacer; lo malo está en la falta de respeto. Muchos mayores me dicen que tienen miedo de salir de sus casas y contagiarse, que se han cuidado mucho de que no vengan sus hijos como para que ahora esto parezca una fiesta", asegura.

Previendo una situación similar a lo ocurrido en junio tras la desescalada, los garaioatarras decidieron acondicionar en auzolan un parking contiguo al frontón. Con esto, pretendían habilitar unas 30 plazas y así descongestionar el centro del pueblo, aunque parece no ha sido suficiente. "Es un alivio para los que vivimos en el centro porque se colapsa menos, pero sí es un rollo que yo, por ejemplo, no pueda bajar en verano a la plaza con mi hija en la bici porque está lleno de coches", confiesa la vecina de Garaioa Irama Vela.

De ahí que, desde el Ayuntamiento, con ánimo de reconducir la situación, ya están trabajando en el proyecto "Estrategia de Turismo Sostenible en Garaioa", que cuenta con una ayuda de 10.190,14 euros de subvención por parte del Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos. "Es uno de los elementos que más preocupa en la Mesa del Pirineo. Estamos trabajando una gestión en otros espacios problemáticos, por ejemplo, a través de la Red Explora, con un motor de reservas, pero eso conlleva tener un control y en un medio natural abierto es muy difícil acotar el aforo y tener unas estructuras", asegura Rubén Goñi, director general de Proyectos Estratégicos, quien también subraya la importancia de buscar un equilibrio en todos los aspectos.

En este sentido, desde el Consistorio ponen todas sus esperanzas en este plan. "En el pueblo hay muchas opiniones y no sabemos bien qué hacer, si hay que cerrar el acceso al pueblo, cobrar entrada, construir aparcamientos o si hay que llamar a Policía Foral para regular el tráfico. Queremos buscar una solución ya porque no es fácil gestionarlo todo", aclara Eransus. De la misma manera, la vecina Irama confía en que con este proyecto se pueda solucionar el problema. "No podemos olvidar que son ayuntamientos muy pequeños, con mucha responsabilidad y pocos medios. Nosotros como vecinos podemos reclamar nuestra calidad de vida, pero tenemos que colaborar entre todos, vecinos y visitantes", manifiesta Irama.

Paradójicamente, el mismo día que Zamariain se colapsa de visitantes, a pocos metros hay rincones igual de encantadores que se encuentran vacíos y que no han tenido la suerte - o infortunio - de haberse propagado por las redes sociales. Cuevas, cascadas, árboles milenarios, cimas y una multitud de senderos conforman un espectáculo para los ojos que la mayoría de personas está desaprovechando.

El camino que lleva a Zamariain se encuentra dentro de una red de senderos llamada Irati Aritza que une los pueblos de Garaioa, Orotz-Betelu, Aribe y Garralda. Precisamente, esta red se lanzó con la idea de no concentrar todo el turismo en la Selva de Irati y ofrecer una alternativa igual de espectacular que aúna naturaleza, historia y cultura. "Estaba muy lejos de nuestro ánimo que hubiera masificaciones en lugares concretos. Lo que buscamos es que la gente disfrute de la naturaleza, de los paisajes y rincones tan impresionantes que tenemos, que conozca nuestros pueblos y que tenga recorridos bien señalizados. No nos cabe en la cabeza que haya que hacer colas para sacar una foto", indican desde el proyecto Irati Aritza.

Así como esta red de senderos, hay cientos de rincones por el valle de Aezkoa y por el Pirineo que están deseando ser recorridos, siempre con respeto y prudencia. El Mirador de Zamariain era prácticamente desconocido para sus habitantes, pero la fama lo está destruyendo y la falta de respeto está mancillando su esencia. Se hace complejo dar con una solución, pero en lo que todos coinciden es en la necesidad de actuar inmediatamente.