El Consorcio de Desarrollo de la Zona Media y la Mancomunidad de Valdizarbe han elaborado a lo largo de 2020 un estudio sobre la incidencia de la violencia machista en la comarca, un análisis en el que han participado 33 municipios y que está financiado por con los créditos del ministerio de Igualdad a través de la secretaría de Estado de Igualdad contra la violencia de género.

En el documento se describe que es difícil cuantificar cuántas mujeres, adolescentes y niñas están afectadas por esta violencia, “más en un territorio rural como el que se estudia” y, por ello, aportan las cifras provenientes de tres tipos de fuentes: los atestados instruidos por la policía, las Mancomunidades de Servicios Sociales y los Equipos de Atención Integral a Víctimas de la Violencia de Género (EAIV). Para el análisis estos municipios han sido agrupados en 5 zonas: Aragón, Arga, Valdizarbe, Olite y Valdorba.

Entre las singularidades que la violencia contra las mujeres presenta en el territorio se destaca que se trata de una violencia poco visible y que no se percibe en todas sus formas y manifestaciones. Como aspectos positivos, el informe destaca que el recurso de los EAIV de Estella y Tafalla “supone un hito para el abordaje especializado de la violencia en el territorio y también que la proximidad del medio rural supone una oportunidad para las mujeres”.

En el periodo de 2019 se instruyeron un total de 69 atestados, en su mayoría por violencia física y psicológica en el marco de las relaciones afectivas, es decir, parejas o exparejas.

La investigación apunta a que un 75,5% de las denunciantes son mujeres menores de 45 años y la mitad de ellas tienen hijos. En cuanto a la relación con el agresor, en el 92,8% de los casos este era la pareja o expareja, mientras que un 5,8% era el padre o el hijo - violencia intrafamiliar - y en un 1,4% era un hombre sin relación previa con la mujer y donde hubo violencia sexual.

Las Mancomunidades de Servicios Sociales con presencia en el territorio contabilizaron que en 2019 había 102 mujeres en situación de violencia. En los municipios donde la tasa de envejecimiento femenina es mayor, se registran menos casos de violencia contra las mujeres desde estas entidades.

En el mismo estudio se especifica que en los servicios sociales de base “se identifican como víctimas de violencia de género únicamente los casos en los que hay certeza de una situación de violencia, es decir, aquellos casos donde la violencia generalmente se expresa y se reconoce, pero no se registran aquellos casos en los que los profesionales sospecha de la existencia de esta violencia”.

El registro de los casos que se atienden de forma integral y especializada en los EAIV de Tafalla y Estella apuntan a que 108 mujeres reciben atención de tipo social, educativa y psicológico desde estos centros. En el estudio se concreta que “apenas llegan casos al centro de Estella y tampoco acceden a este recurso las mujeres mayores”.

Hijos de víctimas. El informe destaca que los hijos y las hijas de las supervivientes no pueden ser atendidas desde los EAIV, “que son el recurso más especializado que existe en el territorio para la atención a la violencia contra las mujeres”, porque se exige del consentimiento paterno o de que exista un proceso judicial abierto.

Atención integral. Entre 2017 y 2019 se efectuaron 254 atenciones desde el EAIV de Tafalla y 21 desde el de Estella.