La madrugada del viernes 8 al sábado 9 comenzó a nevar en la Ribera y no dejó de hacerlo hasta la mañana del domingo 10. Nunca había nevado tanta cantidad y tanto tiempo desde hace décadas. Chema Martínez, Julen Valdemoros, Ricardo Guzmán, Ismael García o José Luis Martínez son algunos de los conductores de ambulancias SSG en la Ribera que siguieron realizando su labor pese a las dificultades.

Su pericia, experiencia y calma al volante es crucial ya que durante la formación nadie les alecciona sobre cómo manejar este tipo de vehículos en condiciones tan adversas como el hielo y la nieve. Bien es cierto que son elementos extraordinarios en la zona, pero esta empresa también presta servicio en lugares como Isaba, Roncal o Salazar.

PROBLEMAS "No te enseñan a conducir en estas condiciones, vas aprendiendo poco a poco. No es un coche, es mas largo tienes que tener en cuenta que llevas un paciente y tener en cuenta también que el compañero se tiene que levantar o que se ha levantado. Has de evitar las curvas y abrirte mucho para que no se caiga atrás", explica Julen Valdemoros.

Comenzó a trabajar como conductor de ambulancias el 15 de octubre, aunque antes ya estaba en el sector sanitario. El sábado entró a las 8 de la mañana. "Había muchos vehículos y furgonetas cruzadas, había que ir despacio y lo que de normal te cuesta 15 minutos se alargaba mucho". Pese a todo, no tuvieron grandes problemas hasta la noche, cuando la nevada arreció, "tuvimos que ir con los bomberos abriéndonos camino desde Tudela. Adaptaron un vehículo con una pala y fueron quitando la nieve hasta llegar al hospital".

José Luis Martínez es un conductor experimentado, no en vano a su labor en SSG se une su acción de voluntario en Cruz Roja también al frente de ambulancias. "No nos enseñan a conducir con nieve. Es más en situaciones complicadas, con líquidos en la calzada. Es una labor complicada porque los vehículos empiezan a patinar". Martínez ha desarrollado su labor también en Isaba y Roncal, con SSG, "nunca había vivido una nevada aquí así, aunque sí en otras zonas como Isaba o también Estella donde en un tiempo también hacíamos traslado". Con la Cruz Roja tuvo también problemas en Ablitas, "vinieron los tractores de gente del pueblo a ayudarnos, había nieve acumulada en las aceras y los coches se empezaban a cruzar. Hay mucho aventurero en los coches".

Chema Martínez, el más veterano del grupo con 17 años a sus espaldas, señala que "ha sido la más grande que he conocido. Soy de Tudela y nunca había visto nada así". El sábado por la tarde tuvo turno, "a partir de las 6.30 empezaron los problemas. La A-68 se cargó mucho, no circulaban camiones y solo había rodadas de los pocos coches que pasaban, en Cortes tuvimos más problemas, dentro del pueblo. El lunes, con el hielo, fuimos a Fitero. En una calle estrecha, tuve que girar, había un coche mal aparcado y casi no salgo. Empezó la furgoneta a patinar y a base de dejarlo caer pude hacerlo", recuerda.