Con el objetivo de reactivar la banda, generar expectativa e ilusión entre los componentes, y tener un aliciente tras meses parados, la banda de Marcilla, de la mano de su director José Javier Malo, decidió felicitar al C.A. Osasuna por su centenario como mejor saben hacerlo: tocando. Aunque la idea inicial era mandarles una grabación, apunta Malo, en una reunión de la junta plantearon hablar con el club para que les dejasen grabar el himno en El Sadar. "La idea era descabellada pero cuando nos contestaron y nos dieron que sí, fue una alegría".

Y es que los lazos que unen a esta localidad con Osasuna son estrechos ya que en su día la charanga marcillesa animaba los partidos locales con sus alegres melodías "y fue todo un boom", apunta el director recordando aquellas tardes de fútbol.

Tras mirar y cerrar el calendario con los miembros del club ya que el campo tenía que afrontar diversos partidos en el mes de diciembre y la idea era haberlo grabado en el puente foral, al final lo fueron posponiendo la fecha hasta que en enero subieron a Pamplona.

Pisando fuerte

Hasta El Sadar se desplazaron todos en coche porque no podían fletar un autobús ni mezclar a la gente. "Nevó, el día no salió bueno, e incluso nos plantearon suspenderlo para más adelante. Había movilizado ya a 70 personas y no era posible. Tuvimos, debido a las inclemencias meteorológicas, complicaciones técnicas, más allá de que con el frío tocar resulta mucho más complejo, pero al final todo salió bien y la sensación fue impresionante; estar solos en el campo nuevo, que está tan coqueto y escuchar el eco al tocar fue muy bonito".

Interpretaron la versión del Maestro Turrillas y Malo habló con su hijo, José Luis Turrillas, para que asistiera y lo viera en primera persona. "Lo cierto es que se mostró encantado e incluso posó con nosotros para la foto de recuerdo", explica, "y en hora y media más o menos realizamos la grabación".

Crear ilusión

El vídeo que subieron una vez montado a Internet desde el club revolucionó las redes. "La verdad es que ha tenido una repercusión tremenda, pero ese no era el objetivo final, sino que la idea era generar un aliciente y crear ilusión entre los componentes teniendo en cuenta la situación que estamos pasando".

De hecho, y aunque es una banda consolidada ya que lleva 34 años de andadura, "con estos parones siempre está el temor de desaparecer. Somos grupos que necesitamos el ensayo de todas las semanas, el día a día, porque en casa no lo hacemos. Ahora está todo parado y habrá gente que no retome y grupos que lo pasarán mal para volver; esperamos no ser uno de ellos".

Y es que en este momento, como la mayoría de agrupaciones, la banda está parada debido a la situación epidemiológica. La idea, de acuerdo con el director y tras hablarlo con el Ayuntamiento, es poder organizar este año alguna actuación con todas las garantías sanitarias. El próximo concierto que quiere ofrecer, si es posible, será el de primavera en el mes de abril o mayo.