- Reconoce que ha sido un año muy complicado en la que era una de las áreas más dinámicas de la ciudad y que pasó de cien a cero. Desde el área que gestiona, Cultura e Igualdad, se tuvieron que suspender por fuerza mayor todas las actividades, eventos, cursos... "Fue una decisión muy compleja, viendo la deriva que iba tomando la pandemia decidimos cerrar los Civivox, las salas de exposiciones, el Gayarre, la Cada de las Mujeres, Ematic, Harrotu, también servicios de otras áreas como las escuelas infantiles", relata. Cómo olvidar aquel 12 de marzo: esa misma tarde el Gobierno cerró los colegios. "Después de aquella decisión vinieron muchas otras, también muy duras, como la suspensión de los Sanfermines, pero yo creo que a todo el equipo de gobierno, aquella mañana, aquella primera decisión tan rotunda, nos marcó mucho, porque nos hizo conscientes de lo que nos venía encima", subraya. "A partir de ese momento, nuestra obsesión era poder abrir en cuanto pasara el confinamiento y poder programar cultura para la ciudadanía. Tuvimos que adaptar todos los edificios de los Civivox, Bibliotecas, el Gayarre etcétera. Hubo que adaptar también el tipo de cursos y eventos que organizábamos para que fueran viables con la pandemia. Tuvimos que desarrollar unos protocolos de seguridad para nuestra programación. Hubo que reinventarse completamente y lo conseguimos. De hecho, fuimos de las primeras ciudades de España que volvimos a programar música en directo, ya en junio, en la desescalada, y en verano conseguimos que más de 50.000 personas pudieran disfrutar de eventos culturales completamente seguros", señala.

Como concejala de Igualdad y como mujer le preocupa que la pandemia haya empeorado en Pamplona la situación de las mujeres y menores en contexto de violencia "lo que nos ha hecho potenciar esta línea de trabajo desde el Ayuntamiento". "Acabamos de lanzar la campaña Libre que me quiero Libre, precisamente para concienciar socialmente de esta lacra, y también para que las mujeres que sufren violencia conozcan los recursos que tenemos a su disposición", señala. Respecto a la oferta cultural, cree que pese a las dificultades "estamos consiguiendo mantener una programación cultural estable y atractiva, con un importante esfuerzo económico para compensar la reducción de aforos". Y pone en valor también la apuesta por "cuidar especialmente la presencia femenina en nuestras programaciones, y este año creo que hemos programado muchas más mujeres que hombres".

Asume también que ser un cargo público lleva implícito el hecho de no tener horarios y, muchas veces tampoco los fines de semana, lo que significa "renunciar a parte de tu tiempo de ocio". "Soy muy montañera y antes me iba todos los fines de semana al Pirineo, ahora no es fácil". "Jamás he tenido problemas en el Ayuntamiento por ser mujer, desde que entré en 2015", asegura desde la concejalía delegada quien es doctora en Arqueología y da clases en la UPNA y la UNAV como profesora invitada.

Uno de los grandes retos en materia de igualdad municipal es el desarrollo del tercer Plan de Igualdad 2016-2022, "y de seguir a este ritmo vamos a conseguir un cumplimiento muy alto para el 2022. Tendremos un ayuntamiento y una ciudad más igualitaria. Este año se ha avanzado, expone, en la aplicación de la ordenanza de Igualdad que supone, por ejemplo, la realización de "informes de impacto de género en los presupuestos y en todas las normas y planes municipales". Se ha avanzado en dar formación a las diferentes áreas en materia de igualdad ya que "la igualdad es transversal", para que incluyan criterios de igualdad en las valoraciones de las subvenciones. También se quieren incluir cláusulas de igualdad en las contrataciones, y que los datos estadísticos se traten desagregados por sexo. "Hemos hecho una guía urbanística desde la perspectiva de género, hemos actualizado el protocolo de prevención de acoso en el trabajo, hemos dotado de contenido y programación a la Casa de las Mujeres, a Ematic... y estamos volcadas en la lucha contra la violencia". -