- La Tómbola de Cáritas de Pamplona, que ayer completó su tercer fin de semana y se acerca a su ecuador, ha sufrido, por ahora, un "leve descenso" en el número de boletos vendidos respecto a las últimas ediciones, pero está cumpliendo con los objetivos que se habían marcado.

Ana Urmeneta, responsable de la Tómbola de Caritas de Pamplona, explicó que la venta de boletos había descendido, pero aseguró que era una situación que entraba dentro de sus predicciones. "La venta es un poquito menos que la última edición, pero es lo que esperábamos. Sabíamos que partíamos de un escalón más bajo y que las ventas no iban a subir porque tenemos muchos condicionantes".

En concreto, la responsable de la tómbola aludió a las restricciones de aforos -limitado a un máximo de 100 personas en el interior del recinto- y espacios: solo se han colocado 18 de los 37 módulos que conforman la nueva estructura que Cáritas ha diseñado en colaboración con la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra.

A pesar de las limitaciones, desde Cáritas señalaron que querían estar en la calle como fuera. "Habíamos perdido un año por el coronavirus y no queríamos perder otro", confesó Urmeneta.

Durante estos 16 días de tómbola ya se han repartido grandes premios como teléfonos o televisores, pero Urmeneta recordó que en esta edición se habían "volcado" y "apostado" por los bonos de cinco euros de descuento para dinamizar la compra en el comercio local.

De los 2.600.000 boletos que se han puesto en circulación, 341.000 son bonos de cinco euros de descuento que se pueden canjear en 535 comercios de Pamplona y su Comarca de sectores tan dispares como la alimentación, la restauración, el textil, la hostelería o el turismo.

Esta colaboración, en el caso de que se vendan todos los boletos y se canjeen todos los vales en los comercios, supone un apoyo valorado en 1.705.000 euros.

Preguntada por la posible incorporación de la venta on line en próximas ediciones, Urmeneta afirmó que era una opción a valorar, pero que en la actualidad solo disponían de autorización para la venta física. "Este año lo hemos enfocado a la venta presencial. Queríamos vender solo en el paseo de Sarasate para estar con la gente, acercar la tómbola a la ciudadanía y recuperar la imagen", expresó Urmeneta.

Esta decisión, bromeó la responsable de la tómbola de Pamplona, había generado algún que otro disgusto. "Nos han llamado de parroquias y de otras organizaciones pidiéndoles que les mandáramos hasta mil boletos. Y les hemos dicho que, tristemente, solo tenemos autorización para la vente física en el paseo de Sarasate".