La plaza Vieja de Tudela se ha convertido en escenario para la representación Un canciller para un reino, llevada a cabo por la comparsa Perrinche del Barrio de Lourdes, que busca rendir homenaje al canciller de Villaespesa, cuando se cumple el sexto centenario de su muerte (1421). Esta representación, que se ha realizado con las figuras del cancilller, su mujer, Carlos III y la reina, se enmarca dentro de una serie de actos que se ha realizado en colaboración con la asociación de Amigos de la Catedral.
Alrededor de 500 personas han asistido a la representación que ha contado con la presencia de los gaiteros de Tudela. Como hilo conductor, los cabezudos que representan a Fernando Terrer, el obispo Simón de Casaviella y Magdalena de Eguarás (personajes de la historia de Tudela, relataron la vida y los sucesos que rodearon la llegada de Villaespesa a Tudela y su matrimonio con Isabel de Ujué (una de las familias nobles de la capital ribera), así como otros acontecimientos de Tudela.
Es la primera ocasión en que se realizan unas jornadas para recuperar la memoria de este canciller que, como señaló el responsable de la organización y de la comparsa, Pedro Sánchez Eguialde, “para nosotros es un reto muy importante, porque es reivindicar la figura de un gran tudelano de adopción. Entendíamos que ambos, Villaespesa e Isabel de Ujué, eran personajes importantísimos a los que nunca se les había dado relevancia y creímos que había que reivindicarlos. Es la figura más importante que ha aportado Tudela al reino de Navarra”.
El espectáculo, que se ha prolongado durante aproximadamente una hora, ha tenido su continuación por las calles de Tudela ya que desde la plaza Vieja hasta la plaza Nueva fueron desfilando y bailando, seguidos de decenas de niños y niñas que añoraban acompañar a las grandes figuras por las calles. No en vano, es la primera vez que los gigantes bailan por las calles desde que comenzó la pandemia.
El pasado viernes comenzaron estas jornadas con una visita guiada al sepulcro que el matrimonio tiene en la catedral, una joya del gótico que se realizó para albergar sus restos cuando falleció en 1421. El encargado de realizarla fue el tudelano Carlos Carrasco. Esa misma tarde el historiador Esteban Orta ofreció una conferencia en la que dibujó el perfil de Villaespesa, que dejó los hábitos para casarse en la capital ribera, en el marco de la Navarra y la Tudela de aquella época, bajo el reinado de Carlos II y su hijo Carlos III durante los últimos años del siglo XIV y primeros del siglo XV.
Biografía
Embajador, consejero y Canciller de Navarra en los reinados de Carlos II y Carlos III, pertenecía a una familia noble aragonesa, afincada en Teruel. Destacó por su ciencia y destreza política, ganando pronto la confianza de Carlos II, del que figura por vez primera como consejero privado en 1384. Asignado al servicio del infante Carlos, futuro Carlos III. En 1387, como rey, fue su principal consejero político. Renunció al estado eclesiástico para dedicarse plenamente a la administración, casando en 1396 en Tudela con Isabel de Ujué. Un año más tarde en 1397 fue designado Canciller de
Navarra. Murió en Olite en 1421, siendo enterrado en un sepulcro de su capilla en la catedral de Tudela.