ara muchos, Larraingoa es un refugio, un salvavidas en mar abierto". Así lo afirman Andrea Corera y Maite Santesteban, dos de las 23 personas que forman parte del equipo profesional que trabaja en el Centro de Atención a las Adicciones de Larraingoa, en el Valle de Erro.

Se trata de un espacio libre de drogas enclavado en plena naturaleza que nació hace 40 años para dar respuesta a las graves consecuencias de la irrupción de la heroína y que hoy se ha convertido en un centro de referencia que atiende en régimen de internamiento a pacientes con patologías asociadas al consumo extremo de alcohol y drogas y/o al juego y a las apuestas.

Así, la Comunidad Terapéutica de Larraingoa es el principal recurso asistencial de los seis programas y servicios de ANTOX (Asociación Navarra para la Investigación, Prevención y Tratamiento de Adicciones) y actualmente es un centro concertado con el Gobierno de Navarra, con 22 plazas ordinarias y 2 más para atenciones de urgencia. También tiene capacidad para atender ingresos privados.

Sus instalaciones tienen cabida para espacios comunes, habitaciones, dos huertas, un gallinero ecológico y otros espacios al aire libre destinados a favorecer la convivencia entre los pacientes. "Las comunidades cumplen la función de deshabituación y tratamiento y, durante los 9 meses que dura el programa, se recomponen, frenan su consumo y se estabilizan", comenta Andrea, coordinadora de la Asociación Antox.

Perfil: joven adicto al cannabis

Recuperar hábitos

Si bien las adicciones han ido evolucionando y han surgido nuevas necesidades, la lista de espera para entrar en Larraingoa sigue siendo una constante a lo largo de los años. En estas cuatro décadas, se ha atendido a más de 1000 personas en el recurso, de las cuales el 85 % son pacientes varones. "Apreciamos una tendencia de cambio en los últimos años hacia una mayor demanda de un perfil más joven con consumo de cannabis, entre los 18 y 21 años", confiesa Maite, coordinadora de la Comunidad.

Una vez que desde el Servicio de Información y Valoración de Antox se determina que una persona requiere un ingreso en Larraingoa, un equipo interdisciplinar de profesionales elabora un plan integral de tratamiento individualizado, atendiendo a la situación de la persona. "No hay recetas universales", señala Andrea.

Después, comienza un proceso de identificación y sustitución de los hábitos y actitudes alterados por otros que mejoran la calidad de vida del paciente y favorecen su integración en el entorno familiar, laboral y social: hábitos tan comunes como ducharse o madrugar, cocinar, limpiar, impulsar habilidades o trabajar la huerta, jardinería o carpintería. "A cada paciente se le asigna una responsabilidad. Por ejemplo, hay personas con hijos e hijas con las que, a través del cuidado de animales, reconstruimos y potenciamos las habilidades parentales y de apego. Se trata de recuperar hábitos, rutinas y cumplir con unos horarios que tienen muy perdidos cuando consumen", resume Maite. Asimismo, la actividad físico-deportiva ocupa un espacio crucial en la programación. "El ejercicio físico es un factor de protección en el tratamiento de la adicción, una importante herramienta terapéutica en el proceso de rehabilitación", reconoce Andrea. De hecho, se organizan salidas al monte, paseos por el entorno, frontón y otras actividades de ocio en los fines de semana. "Es volver a reconstruir tu vida, como un arquitecto que diseña tu próxima vida fuera, pero tienes que empezar a trabajar los planos desde aquí", añade.

Sin embargo, a pesar de cumplir exitosamente el tratamiento, es frecuente que las personas vuelvan a reingresar por tener una recaída en el exterior. "La adicción va más allá de dejar de consumir unos meses; requiere un cambio personal, una fuerte motivación y depende de un entorno saludable y de la capacidad de renunciar a su identidad consumidora para generar una nueva. Hay personas que llegan muy dañadas y los procesos llevan su tiempo porque la adicción es una enfermedad crónica", apostillan.

Dificultades para el tratamiento

Concierto insufiente

De ahí la importancia de poder garantizar un servicio continuado y de calidad, especialmente una vez que salen de la Comunidad. En este aspecto, desde Antox insisten en que el actual concierto con el Gobierno de Navarra no cubre las necesidades de una atención de calidad y que es un buen momento para "repensar su contenido y ampliar su cobertura a nuevos perfiles, programas y mejoras en las instalaciones". "Una atención de proximidad centrada en la persona y su entorno, integrada y de continuidad no puede depender de un complemento a través de líneas de subvención que cambia cada año y donde la concurrencia es cada vez mayor", lamenta la gestora de Antox, Carmen Jubilar.

La dificultad para encontrar personal especializado en adicciones, el incremento de llamadas para atender a personas menores o el aumento de las solicitudes de orientación familiar son algunos de los nuevos desafíos a los que se han tenido que enfrentar. Además de que, en los últimos meses, a raíz del temporal, en Larraingoa han vivido una situación de desamparo total y hasta escasos días, han continuado sobreviviendo gracias a la ayuda de un generador. "Éste es el enclave perfecto para seguir desarrollando un proyecto de consolidada trayectoria e innovador en la apuesta por nuevos tratamientos en un espacio protegido libre de drogas 365 dias/24 horas, pero no podemos mantenernos sin un plan estable y de continuidad en la conservación, mantenimiento y acceso de las instalaciones", reclama Carmen.

Estas reivindicaciones quedaron recogidas en la última visita parlamentaria, por lo que esperan que se dé a las adicciones el espacio que se merecen. "La tendencia hacia la invisibilización de las adicciones es brutal. Cada vez se habla menos de ellas. Se encuentran más normalizadas y presentes que nunca, pero también tan invisibles como nunca, por eso, es fundamental que haya inversiones", concluye Andrea.

¿Qué es? Asociación Navarra para la investigación, Prevención y Tratamiento de Adicciones.

¿Desde cuándo? Desde 1981.

¿Dónde está? En el Centro Ambulatorio de Atención a las Adicciones de Pamplona (c/ Olite) y en el Centro Residencial de Atención a las Adicciones (Comunidad Terapéutica de Larraingoa).

Información y Valoración. Diagnóstico inicial personalizado.

Comunidad Terapéutica. Centro residencial de Larraingoa.

Tratamiento Ambulatorio. Atención ambulatoria sin internamiento. Indicada tras Larraingoa.

Programa Pause. Prevención o uso abusivo de Tics o adicciones a los juegos de azar.

Orientación Familiar. Apoyo a familias afectadas.

Incorporación Sociolaboral. Orientación sociolaboral.