Warren Barguil (Arkea) se ha impuesto en un emocionante GP Induráin al protagonizar una espectacular remontada en el sprint de un grupo reducido en las calles de Estella-Lizarra. El campeón de Francia apareció por la parte izquierda de la calzada para superar en los últimos metros a Vlasov, Clarke, Vuillermoz, Vendrame y Latour y levantar los brazos en una carrera marcada por la nieve.

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Gran Premio Miguel Induráin

La salida se retrasó 15 minutos por la amenza de una última ventisca de nieve que finalmente no se produjo. Afortunadamente, la carrera pudo desarrollarse con normalidad, a ratos incluso bajo un sol que, eso sí, no evitó que los ciclistas vivieran una jornada de intenso frío, con una temperatura de en torno a los 3 grados y viento de más de 25 kilómetros por hora.

Perneras, guantes, maillots largos, chubasqueros... No sobraba nada para combatir las inclemencias del tiempo. La nieve poblaba las cunetas en una imagen más propia de las etapas pirenaicas del Tour o el Giro. De hecho, la organización del GP Induráin tuvo que modificar el recorrido y suprimir los altos de Guirguillano, Lezáun y Eraúl para garantizar la seguridad de los participantes.

Una vez autorizado el nuevo trazado, el pelotón salió agrupado hasta el alto de Mañeru, a 175 kilómetros de meta. Después de numerosos ataques, se formó un grupo de cabeza formado por nueve corredores: el navarro Ibai Azurmendi (Fundación Ciclista Euskadi), Mikel Bizkarra (Fundación Ciclista Euskadi), Jon Barrenetxea (Caja Rural), Iván Cobo (Kern Pharma), Paul Lapeira (AG2R), Stephen Basset (Human Powered Health), Álex Martín (Eolo), Rafael Reis (Glassdrive) y Óscar Cebedo (Burgos BH).

Los fugados llegaron a contar con una ventaja de más de tres minutos y medio, pero siempre estuvieron bajo el control de un pelotón dirigido por Movistar y UAE. La carrera permaneció estable hasta el paso por Arróniz, a falta de 50 kilómetros cuando, viendo que el grupo de nueve fugados tenía pocas posibilidades de llegar, Basset se lanzó a la aventura en solitario con poco más de un minuto de ventaja sobre el pelotón.

Su ofensiva duró poco. Antes de coronar el alto de Olejua, a 40 kilómetros para el final, el estadounidense fue alcanzado por sus compañeros de fuga en medio de una ventisca de nieve que volvió a incomodar a todos los ciclistas.

El pelotón atrapó a los fugados a falta de 20 kilómetros. El ritmo se incrementó porque todos los equipos buscaban la mejor posición para entrar bien colocados en el penúltimo paso por el muro de Ibarra que, a 18 para la meta, se intuía como un momento clave en el desarrollo de la carrera.

Movistar puso un ritmo intenso en la subida, pero el grupo volvió a reagruparse tras el descenso. Después de varios ataques, se formó un grupo de cinco corredores compuesto por Gorka Izaguirre, Pello Bilbao, Vlasov, Cepeda y Lafay que logró una interesante ventaja sobre el pelotón.

Sin embargo, apenas llegaron con unos metros de ventaja al muro de Ibarra, a falta de dos kilómetros para el final. Maika y Latour coronaron con unos metros de ventaja, pero fueron alcanzados por una decena de corredores al finalizar el descenso. En las calles de Estella, Warre Barguil fue el más rápido y ganó el GP Induráin protagonizando una sensacional remontada.