Los siete establecimientos de la cuesta del Labrit han pedido este jueves al Ayuntamiento de Pamplona que rectifique y autorice las carpas que se instalan en San Fermín desde hace 32 años. Para ello, los locales están dispuestos a incrementar la seguridad de la calle -más cámaras y personal-, controlar los aforos o reducir el horario de la música.

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"Mejoraremos todos los aspectos que el Consistorio considere oportuno porque somos los primeros interesados en reducir las posibles molestias. La eliminación de este espacio no es la solución", aseguraron los siete establecimientos en un comunicado conjunto.

A finales de abril, el concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Labairu, informó que las carpas de la cuesta de Labrit no tendrían autorización para instalarse este año en San Fermín.

Los motivos que esgrimió Labairu fueron "las continuas denuncias", las quejas de los vecinos. "Les comunicamos a los hosteleros que eran un conflicto tanto desde el punto de vista vecinal como de orden público porque en Sanfermines siempre se producen un número muy importante de denuncias", incidió Labairu.

Basuras y denuncias

Los argumentos de Navarra Suma no han convencido a los hosteleros de la zona. Sobre las incidencias con los vecinos, se preguntan "en qué zona del Casco Viejo o incluso fuera de él no hay quejas o denuncias vecinales durante Sanfermines.

¿Se van a eliminar todos los espacios festivos y espectáculos nocturnos que puedan generar ruido o música y por lo tanto molestar a otros vecinos? ¿Qué modelo de fiesta de noche se pretende fomentar por parte del Ayuntamiento durante estos Sanfermines y los próximos? ¿Con qué vara vamos a medir estas situaciones sin caer en agravios comparativos?", cuestionaron.

Los siete locales de la cuesta del Labrit tampoco compartieron los problemas de orden público que, según el Ayuntamiento, se generan en las carpas y las inmediaciones.

"Le hemos pedido datos completos, no sesgados, con comparativas respecto al total y su evolución a lo largo de los últimos años. Aún no hemos recibido ninguna información más concreta", criticaron.

"Nuestra percepción es bien diferente. Creíamos que con las actuaciones que habíamos emprendido en los últimos años se había mejorado de forma notable el ambiente, la limpieza y la seguridad de la zona", subrayaron.

En concreto, defienden que hace seis años mejoraron los accesos a la carpa, incorporaron varias salidas de emergencia, contrataron personal auxiliar para evitar la entrada del botellón, reducieron el horario, unificaron la música o reorientaron los altavoces "para minimizar las molestias vecinales".

"Parece que íbamos por el buen camino, así nos lo decía el público, pero, por sorpresa y con poco más de tres meses de antelación, se nos comunica la eliminación de este espacio cuando había esperanzas de recuperar parte de lo perdido estos años", lamentaron.

Al aire libre

Los hosteleros tampoco entienden por qué el Ayuntamiento quiere suprimir este espacio festivo al aire libre mientras "ha sido el primer interesado en facilitar el consumo en exteriores y terrazas, donde parece que los contagios pueden minimizarse más fácil", señalaron.

Si finalmente el Consistorio no rectifica y no instala las carpas, "será un golpe durísimo" para sus economías y reducirá sus ingresos. "La pandemia ha hecho mella en nuestros establecimientos, los bares especiales y discotecas, que, en algunos casos, han estado cerrados dos años", recuerdan.

Además de las consecuencias económicas, subrayan, los alrededores también se verán afectados de manera negativa: "Mucho nos tememos que con la supresión de las carpas del Labrit la zona corra el riesgo de degradarse, como en la época anterior a la colocación".

La decisión anunciada por Seguridad Ciudadana tampoco ha gustado a la mayoría municipal de Pamplona. EH Bildu, PSN y Geroa Bai han criticado que, como en la ampliación de las terrazas covid, el Ayuntamiento no les haya informado y no hayan contado con su opinión.