La ciudad de Viana vivió su día grande en honor a la patrona, María Magdalena. Con este motivo, la jornada comenzó con el pasacalles de gigantes y cabezudos por las calles de la ciudad que, en esta ocasión, reunió a los ocho gigantes a la vez, el lugar de alternar los antiguos y los nuevos en cada salida. Así pues, grandes y pequeños pudieron disfrutar de los bailes de los cuatros gigantes municipales, dos parejas de reyes moros y cristianos, acompañados de los tradicionales cabezudos, ‘Torero’ y ‘Conguito’. A estos se sumaron los cuatro que recientemente hizo la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Viana y que replican a personajes históricos de Viana: el rey Sancho VII El Fuerte -fundador de Viana- y su esposa Constanza de Tolosa; y César Borgia -capitán general de los ejércitos pontificios, asesinado defendiendo Viana- y su esposa, Carlota de Albret, hermana del rey Juan III de Navarra.

La comparsa de gigantes fue una de las protagonistas del día grande de las fiestas.

El pasado 25 de junio la comparsa presentó sus dos cabezudos, que también representan a personas muy conocidas de Viana: el historiador local Félix Cariñanos y el cantautor Joan Manuel Serrat, quien pasa temporadas en la ciudad, donde tiene una vivienda. Estos dos cabezudos salieron a la calle el día del chupinazo, en el traslado de la patrona, pero no lo hicieron durante la mañana de ayer.

La Banda de Música en un pasacalles de ayer viernes.

El sacar a bailar a los ocho gigantes supuso tener que reforzar el personal, dado que se van haciendo relevos durante el recorrido. Por eso, la comparsa de Viana contó con el apoyo de los bailadores de gigantes de Oyón (Álava) y de Logroño, a quienes los vianeses también dan apoyo cuando estas comparsas lo necesitan.

El multitudinario desfile de estas enormes figuras reunió a mayores y pequeños que bailaron acompañando a los gigantes al ritmo de la música de la banda municipal. Durante el pasacalles también hubo carreras delante de los cabezudos, que perseguían con la barrasca a los chiquillos. Los más pequeños disfrutaron probándose las cabezudas en los descansos del recorrido, algo que ayuda a que, los más reticentes, vayan quitándoles el miedo.

La mañana fue muy completa para los niños y niñas, ya que también pudieron disfrutar de un taller de marionetas, hechas con guantes, calcetines y tubos de papel higiénico.

Durante el día de ayer también tuvo lugar el tradicional reparto de pastas. Tras la celebración religiosa, autoridades locales y regionales se encargaron de repartir a vianeses, vianesas y visitantes 60 kilos de pastas de los dos obradores locales: las panaderías Abadía y Rubio, 30 kilos de cada una. Todo ello, regado con moscatel.

No faltaron las vacas, que fueron protagonistas en varios momentos del día, ya que a la becerrada de la tarde en la plaza del Coso se sumaron los encierros de la mañana y de la tarde para los adultos y otro txiki. Y es que el Ayuntamiento ha recuperado en el programa de estas fiestas los encierros para los más pequeños, por la rúa de Santa María.

Lo que no pudieron disfrutar los vianeses y vianesas ayer fueron los fuegos artificiales, contemplado en el programa festivo para la noche. El pasado miércoles el Ayuntamiento ya anunció su suspensión, debido al alto riesgo de incendios.