Aibar celebra con éxito su XIX certamen ‘Pintor Crispín’

Premiadas con 800 y 400 euros respectivamente, a Montero correspondió el primero por su óleo en formato circular en gama de ocres, grises y blancos con los que plasmó un rincón de la villa “aparentemente sin colorido, pero lleno de detalles de extraordinaria calidad”, explicaba Alberto Goñi, concejal de Cultura y miembro del jurado.

El segundo premio, añadía, fue para una original acuarela “que representa el pueblo en lo alto sobre las raíces hundidas en la profundidad de la tierra”.

Ambas obras, que destacan en cuanto a su originalidad, pasarán a engrosar la pinacoteca del Ayuntamiento de Aibar, tras una edición “de extraordinaria calidad”, en opinión del jurado que aseguró haber “tenido que hilar fino” para elegir entre las obras de artistas procedentes de Pamplona, Vitoria, Allo, Murcia, Granada y Baiona.

A ellos se sumó la única niña que tomó parte en la modalidad infantil; Marina Sheikki, de 8 años, que recibirá por su trabajo un vale de 50 euros para material escolar.

“La originalidad ha sido una característica de las más valoradas. También el hecho de abrir el abanico de la cultura a otras expresiones y estilos”, aseguraba Alberto Goñi, parte del jurado compuesto también por: Alberto Pérez (Pintor local) Tere Ayesa (pintora local) Félix Martínez, Esther Abadía (pintora de Sangüesa. Muy satisfechos por el nivel, la participación y el resultado.

“No es el rincón del pueblo como es en realidad, sino como el autor lo plasma, si bien se trata de una pintura realista y la base del certamen es el paisaje local, matizaba Goñi. “En una primera mirada, la acuarela de Jesús Mari Bea no parece que sea Aibar. Pero si dejas que te hable, identificas sin duda Aibar”, mantenía.

La vecindad siguió el desarrollo de las obras, al tiempo que agasajaba a los artistas con agua y vino en la jornada de intenso calor del certamen Pintor Crispín, que no ha perdido ni una sola de sus ediciones por la pandemia, único acto cultural mantenido en Aibar.