La pequeña localidad de Oco y el valle de Valdega en Tierra Estella se vieron sorprendidos el pasado 28 julio con la publicación en el BON de un proyecto de planta fotovoltaica que acogería 8.960 módulos en tres fincas colindantes al pueblo. “Fue una sorpresa porque algo parecido había ocurrido en Murieta pero al ayuntamiento de Oco nadie se había dirigido”, comentaba este viernes el alcalde, Roberto Arbizu. Una publicación que puso en marcha a buena parte de la población local, que inició una serie de protestas a través de pancartas y carteles que jalonan todavía muchas de la viviendas del pueblo. También comenzaron a recoger firmas -de las que ya hay varios centenares- para impedir un proyecto que se lo iban a implantar. “Un proyecto privado delante de nuestras narices”, según explicaron algunos vecinos de la localidad. “No estamos en contra de la energía solar, ni mucho menos, lo que no podemos admitir es una instalación en terrenos productivos y con una gran afección paisajística a nuestro pueblo y al valle”, comentó el primer edil de Oco.

Una de las pancartas en contra del proyecto fotovoltaico que jalonan muchas de las casas de Oco. Javier Arizaleta

Dentro del periodo de alegaciones el ayuntamiento presentó un informe del Gobierno de Navarra que tasó las fincas destinadas al proyecto como de alta productividad agrícola “algo que según la ordenación foral impediría la instalación de este tipo de parques en estos terrenos”, comentó Arbizu.

El alcalde de Oco, Roberto Arbizu, mira hacia una zona donde se podría ubicar un parque fotovoltaico.

El alcalde de Oco, Roberto Arbizu, mira hacia una zona donde se podría ubicar un parque fotovoltaico. Javier Arizaleta

Y es que el proyecto inicial supondría no solo la instalación Solar Fotovoltaica “Los Charros” de 4,8384 MWp, sino también de otra infraestructura de evacuación de la producción energética hacia una subestación que existe en Murieta y que pasaría por diversos terrenos particulares de propietarios de Oco, Abaigar y Murieta. “También absorbería el camino de Abaigar que es propiedad de municipal, que quedaría para uso de este proyecto impidiendo que en el futuro se le puedan dar otras utilidades al tener este proyecto la concesión”. Y es que en el trasfondo de esta iniciativa está el conseguir que el proyecto sea considerado de “utilidad general, con lo que se podría expropiar aquellos terrenos de aquellos propietarios que no dieran su consentimiento”.

Con todo, desde el ayuntamiento de Oco se han impulsado varias acciones en contra de esta iniciativa privada promovida por la Sociedad de explotación Fotovoltaica Zeta, con sede social en Galicia. Por un lado, el reactivar las ordenanzas municipales que gestionen la actividad fotovoltaica, tanto a nivel particular como industrial. “Comenzamos en enero cuando no sabíamos nada de este proyecto pero las hemos terminado hoy con la aprobación en el pleno”, comentó Arbizu. También dentro de estas acciones ha habido encuentros con el resto de los ayuntamientos y localidades de Valdega. “Hemos recibido el apoyo de todos los pueblos de Valdega y de otros de Tierra Estella”, y también ha habido encuentros con Sustrai, una asociación de defensa medioambiental muy vinculada a esta zona en la defensa de los acuíferos del río Ega, que también ha presentado alegaciones por su cuenta.

Un movimiento que ha conseguido poner en cuestión este proyecto, ya que este mismo viernes, desde Industria del Gobierno de Navarra, aseguraron que el servicio de Ordenación Industrial, Infraestructuras Energéticas y Minas consideró que la documentación expuesta al público sobre este proyecto “está incompleta, por lo que se ha solicitado al promotor que se complete”.

Un nuevo escenario se abre ahora en Oco, que cuenta con normas actualizadas que podrían servir para condicionar un futuro proyecto que deberá cumplir todos los requisitos antes de que su expediente vuelva a exposición pública y antes de que Industria dé o no, su visto bueno. Un tema que a día de hoy podría afectar a cualquier localidad de Navarra ya que como comenta el alcalde de Oco “se trata de una actividad no regulada que desde el Gobierno de Navarra debería regularizarse para que no haya estos vacíos y esté claro dónde pueden instalarse este tipo de parques”.