El Consistorio de Estella-Lizarra acaba de poner en marcha un proyecto piloto intergeneracional que aúna gastronomía e interculturalidad, una iniciativa cuyo fin es facilitar la incorporación al mercado laboral de los participantes y en la que colaboran con los jubilados, cocineros profesionales en activo, ONGs y comercios de Tierra Estella.

La concejala responsable del área de Políticas de Empleo, Migración y Diversidad Cultural, Magdalena Hernández, y la coordinadora del taller, Sandra Barbarin, presentaron recientemente este programa, ‘Estella activa, cocinando’, una actividad, recalcaron, “en la que, por un lado, personas jubiladas con muchas tablas en hostelería transmitirán a jóvenes su experiencia y técnicas y en la que, por otro lado, personas migrantes enseñarán la forma en la que cocinan en sus países y, además, aprenderán los entresijos de la cocina navarra”.

Este proyecto comenzó a mediados de diciembre y se alargará durante tres meses; serán 44 sesiones teórico prácticas en la casa de la juventud María de Vicuña, de 11:00 a 14.00 horas. “Los mentores del sector de la restauración y los alumnos, de distintas edades y culturas, intercambiarán sus conocimientos y experiencias y realizarán platos de cocina en cada sesión. La mayoría de estas elaboraciones irán destinadas a una ONG local que atiende a personas vulnerables o en riesgo de exclusión, mientras que el resto se servirá en de la casa de juventud dentro del apartado de formación de camarera/o”.

Las personas implicadas como docentes son Gotzon Nafarrete, Jesús López, Ramón Astarriaga, Jesús Astarriaga, Juan Cruz Lizarraga, Enicaury Domínguez, Dimitri David Pérez, Emilio Carrasco y Álvaro Domínguez. Y, por parte de los comerciantes están Frutas Asensio, Trujal Mendía, Muguerza, Conservas Iturri, Carnicería Javier, Frutería Romero y Grupo Eroski.