Ayer dieron por concluida la obra de ampliación del vertedero de la planta de reciclaje de Cárcar, una actuación que se ha llevado a cabo a lo largo del último año y que ha supuesto una inversión de 3,8 millones de euros. Se trata, explicaron, de la mayor inversión realizada por la Mancomunidad de Montejurra en las últimas dos décadas y algo que ha permitido, por un lado, clausurar la antigua celda de vertido que estaba fuera de uso y, por otro lado, construir un nuevo vaso con una capacidad para 300.000 metros cúbicos de residuos y un sistema de impermeabilización que protege el subsuelo y sus aguas. El objetivo, recalcaron, “afianzar una gestión sostenible de los residuos urbanos para las próximas décadas en la planta”.

Hasta este paraje se acercaron, entre otros, el director general de Administración Local y Despoblación, Jesús Mª Rodríguez, el director general de Medio Ambiente, Pablo Muñoz, el gerente del Consorcio de Residuos de Navarra, Fernando Mendoza, el presidente de Montejurra, Emilio Cigudosa, la alcaldesa de Cárcar, Mª Teresa Insausti, el gerente de la Mancomunidad de Montejurra, Nicolás Ulibarri, así como representantes municipales de Andosilla, Cárcar, Lodosa y Sesma, entre otros.

Las obras, que han contado con una ayuda de 2 millones del departamento de Administración Local y Despoblación del Gobierno foral, están enmarcadas dentro del Plan de Residuos de Navarra, una hoja de ruta “que prioriza las medidas de prevención y la preparación para la reutilización y el reciclaje, y plantea un escenario de eliminación mediante vertido, progresivamente más reducido”. De hecho, recalcaron, “si bien es cierto que la tecnología actual posibilita la recuperación de gran parte de los residuos, es importante seguir persistiendo en medidas para reducir la cantidad de residuos generados y para mejorar la separación de los residuos en origen con el objetivo de posibilitar una mejor reciclabilidad de los mismos e ir transitando hacia una economía circular. Es por ello que, a día de hoy, sigue siendo imprescindible contar con instalaciones de vertido de residuos”.

Las obras, al detalle

En una primera fase clausuraron y restauraron la primera celda del vertedero; la han cubierto con tierra mineral y una lámina de polietileno que permite impermeabilizar la zona y evitar que las aguas de lluvia puedan penetrar en la celda y, en cuanto a la nueva celda, prevén que tenga una vida útil de al menos 10 años hasta su llenado. La infraestructura la han cubierto con una lámina de bentonita y dos de polietileno de alta densidad separadas por láminas drenantes y geotextiles que aseguran la impermeabilidad de la instalación. Así, los líquidos lixiviados generados por los residuos y las aguas de lluvia caídas en la celda no penetran en el subsuelo sino que son recogidas y conducidas, a través de una tubería, hasta las balsas de acumulación, evitando que el suelo y sus aguas se puedan contaminar y preservando así el medio ambiente.

Los residuos

De acuerdo con el presidente Cigudosa, que coincidió en sus declaraciones con los dos directores generales y con el gerente de Montejurra, espera que llegue un día en el que no sea necesario tener este tipo de infraestructuras “porque ello querrá decir que la generación de residuos es mínima. Tenemos que ir hacia una economía circular plena”.

Por su parte, la alcaldesa Insausti quiso poner en valor “el esfuerzo que asume el pueblo de Cárcar al tener implantado en terrenos comunales esta infraestructura de interés general para gran parte de Navarra”.

Tras más de 5 años desde la entrada en vigor de la Ley Foral de Residuos, insistió, “quiero manifestar mi disgusto por su falta de desarrollo; deseo, por tanto, que todos continuemos trabajando para que la planta de Cárcar siga gestionando los residuos de gran parte de Navarra con la mayor eficiencia y respeto al medio ambiente, pero también que se haga reconociendo la importante aportación de nuestro municipio”.